Nunca un "día" ha sido tan largo en la vida de Naomí Cabrera Pulido, que se levantó el miércoles por la mañana, con un manojo de nervios en el estómago, y casi 40 horas después seguía despierta, salvo una tregua de 90 minutos de descanso en su casa, entre las 4:30 y las seis de la madrugada de ayer. A última hora de ayer todavía estaba atendiendo a los medios de comunicación, caso de Radio Nacional de España, después de un maratón por redacciones, emisoras de radio y televisión en donde se repetían una y otra vez las mismas preguntas: ¿Qué sientes?, ¿qué pensaste?, ¿a quién se lo dedicas?

El camino al reinado del Carnaval comenzó el sábado 28 de noviembre de 2009, cuando Naomí participaba en un desfile de modelos del estilista Alberto Dugarte que se desarrolló en el marco de la primera edición de la Noche en Blanco que celebró La Laguna. Un "ojeador" del equipo de la diseñadora de Carnaval Expedita Hernández la asaltó cuando salió de la pasarela y le propuso directamente salir como aspirante en la gala de elección de la reina 2010. Naomí no se lo tuvo que pensar demasiado, y aceptó lo que para ella era un sueño. "Siempre he sido muy carnavalera, desde los cuatro años estoy en una comparsa, y a los 16 fundé mi propio grupo, que se llamaba Tasty (que en inglés significa sabroso)", explica.

El miércoles 10 de febrero de 2010, Naomí sube por primera vez al escenario de la fiesta de la máscara, con el patrocinio de Barbacoa Tacoronte, con una fantasía de Expedita Hernández que si cabe confirmaba el espíritu festivo de la propia aspirante pues el título lo dice todo: "Carnaval, carnaval".

Pero Naomí no entró en la corte de honor, lo que no influyó para que disfrutara a tope de la fiesta; eso sí, tal vez ya había perdido las esperanzas de convertirse en reina del Carnaval. El sábado 28 de agosto pasado, Naomí cambia la escarcha y la pluma por el traje de noche y se convierte en Miss Norte. Era otro peldaño que la acercaba a lo que el destino le tenía reservado desde aquel "día" de la Noche en Blanco...

Aunque ya había conocido a Leo Martínez, su diseñador, Naomí ignoraba hasta el mismo día que se cerró el plazo de inscripción de las aspirantes adultas del Carnaval 2011 que el prestigioso diseñador había puesto sus ojos en ella para defender "Cien años de historia", título del traje. En cuestión de minutos, y por una llamada al móvil, Naomí pasó de ser una estudiante de Económicas y modelo a volver a soñar con ser reina del Carnaval. Su verdadero anhelo.

Fiel a su celo profesional, Naomí tampoco supo hasta el último momento ni la forma, ni el color de su fantasía con la que el pasado miércoles fue proclamada reina. Y, por si había dudas, el blanco volvió a aparecer en su vida. Naomí desfiló sobre el escenario del recinto ferial con un traje blanco cargado de simbología, con tantas plumas doradas como años de historia celebra este año EL DÍA. Para Naomí, la clave del éxito para hacerse con el cetro fue el brillo del traje y la música elegida por el creador de su fantasía.

"¿Qué pensé cuando me nombraron reina? Tenía ganas de gritar, de salir corriendo y abrazar a mi familia. Todo esto es un sueño".