El segundo asalto sufrido en menos de tres meses por el colegio Julián Rojas, de Taganana, ha suscitado entre la población de este pueblo y de los alrededores de Anaga la demanda de contar con una mayor seguridad en el distrito, el más amplio y con núcleos de población dispersos de la capital.

El pasado domingo, y sin que se percataran los vecinos próximos al centro, unos desconocidos accedieron a las instalaciones, donde, aparentemente, según dijo ayer la presidenta de la Asociación de Padres y Madres del Centro (AMPA), Sheila Rodríguez, "no se llegó a robar nada", salvo los daños en algunas dependencias.

González comentó que "quemaron una pequeña cocina de los profesores, donde cuentan con un hornillo que dejaron encendido con cosas encima, hasta el punto de que el lunes, cuando se inició la actividad escolar, aún quedaban brazas". Como consecuencia de este conato, se vio afectada una fotocopiadora y los autores también dejaron abierto el grifo del agua.

La directora del colegio comentó que se habían quedado sin servicio de internet ni ordenadores, "porque arrancaron los discos duros, dañando los aparatos".

Sin embargo, este no es el único asalto que ha sufrido el centro, ya que la pasada Navidad, aprovechando también un periodo de vacaciones, sustrajeron 300 euros recaudados de la venta de rifas; una cámara digital, un micrófono, juegos de los alumnos y un proyector de vídeo. En esa ocasión, también destrozaron una patineta.

Aunque en el allanamiento del pasado domingo aún no se ha podido determinar que falte material propio del centro, y que todo haya quedado en un acto de vandalismo, la presidenta del APA señaló que "si que se han llevado las herramientas de los operarios municipales que estaban instalando una valla de seguridad".

González lamentó que en los ordenadores que destrozaron arrancando los discos duros había multitud de datos, muchos de ellos de carácter personal.

La comunidad educativa del centro Julián Rojas sospecha que la intención de los autores de este asalto, en caso de tratarse de los mismos de la pasada Navidad, "era encontrase en las instalaciones los 30 nuevos ordenadores portátiles que se estaban esperando y que, afortunadamente, aún no están en el colegio". Por ello, todo apunta a personas que conocen bien la realidad del colegio. No obstante, la Policía Nacional está investigando este suceso.

Los colectivos vecinales de esta zona de Anaga exigen una mayor presencia policial en el lugar, sobre todo por las noches, pues aseguran que "hay personas que campan a sus anchas y no hay forma de controlarlo".

Al margen de estos hechos puntuales, también ponen de relieve otras actividades que suscitan temor en el lugar, como la cada vez más frecuente arribada de "narcopateras" a las costas de Anaga, la última el pasado domingo y otra el jueves de la semana pasada.