Vecinos del entorno de la Rambla Pulido, las calles Juan Pablo II y Castro, entre otras, volvieron a denunciar ayer la intransigencia de una residente que alimenta a ratas y palomas de todo su ámbito, un problema que ya dura muchos años sin que el ayuntamiento ponga solución, ya que es no es nueva la situación, que se ha debatido incluso en los tagorores. Además, critican a los incívicos que dejan a diario su basura en las pocetas de las jardineras en la Rambla desde primera hora, lo que provoca olores que afectan a los comercios de alrededor.

Los vecinos se reconocen "estar hartos de que desde las administraciones no se haga nada", a pesar de que la señora, que vive en un edificio cercano a la parada del tranvía de La Paz, es bien conocida en los ámbitos del Ayuntamiento capitalino.

Reparto de comida.- Lo cierto es que en casi cualquier rincón hay restos de comida, ya sea en las pocetas de los árboles que adornan la rambla como al lado de donde haya un contenedor de basura, como sucede, por ejemplo, al principio de la calle Juan Pablo II, justamente por encima de su intersección con Anselmo J. Benítez. "Es una situación insostenible, se trata de una vecina que está enferma, pero que sigue dando de comer a los bichos porque dice que son animalitos de Dios. Sí, pero mientras tanto los vecinos se ven perjudicados por la proliferación de ratas, palomas y cucarachas, que nadie se olvide".

Reclamó la intervención del ayuntamiento por "el problema de salud que estamos viviendo todos. Fíjese que allí hay supermercados, tiendas de comestibles y comercios que sufren con la plaga de bichos que alimenta esta señora".

Otro de los vecinos afectados aseguró que la señora les da de comer a las ratas y palomas "todos los días. Hace un recorrido por todas las calles de la zona y deja sus restos en esquinas y alcantarillas. Esta mañana pasó por la calle Castro dejando su basura, porque no se le puede llamar de otra forma. Esto solo trae ratas, cucarachas y palomas. Luego si le dices algo ni se inmuta y cuando una vez se le lla- mó la atención sugiriendo que echara la comida a las puertas de su casa, ni corta ni perezosa dijo que ya lo hacía. Dígame que esta señora no está mal de la cabeza", explicó indignado.

Las calles más afectadas por "el reparto diario para ratas" son la propia Rambla Pulido, Castro, Benavides, Juan Pablo II, Anselmo J. Benítez y Álvarez de Lugo.

Basura en la calle.- Por otra parte, los vecinos alertan al ayuntamiento de que todos los días hay varios residentes que depositan desde primera hora de la mañana su basura en las jardineras de la Rambla de Pulido. Este acto incívico se traduce en malos olores que afectan no ya sólo a la imagen de la propia ciudad (el tranvía pasa al lado), sino por el problema de olores y cucarachas que genera a los comercios de alrededor.

Lo cierto es que tanto el problema de la señora que da de comer a las ratas y palomas como el de la basura que dejan en las pocetas preocupan de manera extraordinaria a los vecinos, que reclaman una solución definitiva.