La murga adulta Caraduras reapareció la noche del pasado sábado en el Carnaval chicharrero, con una fantasía de payaso diseñada por la propia murga. Han transcurrido 34 años desde la última vez que esta formación desfiló en las calles chicharreras. En esta oportunidad, la murga, que tiene su cuartel de ensayo en la asociación de vecinos de El Tablero, está dirigida por Miguel Díaz, hijo del que fuera director y letrista de los primitivos Caraduras.

Entre los que se presentaron en sociedad la noche del sábado se encontraba el que fuera "caja" de Caraduras hace más de tres décadas atrás, Laudelino Díaz, más conocido por Nino, que asume la presidencia en esta edición.

En la cena del sábado, Caraduras interpretó pasacalle y despedida, así como un tema de corte clásico murguero, en el que envían recuerdo a los canariones. La murga demostró generosidad y amor al Carnaval, pues a su cena de reencuentro con la afición -con la actuación de la batucada de Rumberos y la intervención de la agrupación musical Chaxiraxi- invitaron a Burlonas, la otra murga novel en la próxima edición.

Las chicas de Adela Peña fueron generosas. Interpretaron pasacalle y despedida y un tema de Raquel García (Clónica en excedencia por natalidad). Llevan el sello de Lolo Tavío, y el estilo en la letra de su ya exdirectora, Raquel, que siguió junto a su hija Leyre, recién nacida, la presentación de Caraduras como la que se había celebrado antes, Los Revoltosos.

Los niños que dirige Jezabel Nazareth presentaron un disfraz muy trabajado, obra de los padres. Su presentación, en el IES de Añaza, reunió a Sofocados -pasacalle y despedida-, Rebotados -pasacalle y despedida- y Rebeldes -cantó un tema que diferencia colegios privados de públicos-.