La plantilla de 145 trabajadores de Urbaser Jardines, empresa que se ocupa de las áreas verdes de Santa Cruz de Tenerife, se vio reducida ayer en 17 personas. Así se lo comunicó la compañía al comité de empresa a media mañana de ayer en una decisión que, según han advertido los empleados, será contestada con dureza por los afectados y sus compañeros en un diciembre que se presume complicado en esta prestación municipal.

Los representantes de los trabajadores acudieron a la cita de ayer sin mucha confianza y temerosos de que se confirmaran los rumores de los últimos días sobre eventuales recortes en general y, en particular, de personal. Las malas noticias se personificaron en 17 empleados que, en su mayoría y según señalaron a este periódico, "son padres de familia".

Ante esta decisión, y como advirtieron ayer en EL DÍA, los trabajadores han optado por reunirse este viernes en asamblea para concretar un calendario de movilizaciones que, según recalcan, no va a ser precisamente suave y contemplativo. El comité de empresa está convencido de la necesidad de responder con la máxima contundencia posible al recorte impuesto y no solo anuncian una más que presumible huelga en el servicio, sino diversas medidas más drásticas para intentar hacer recapacitar a la UTE.

Según sus tesis, lo único que plantea la nueva unión de empresas es un recorte en sus costes en perjuicio de los empleados con el fin de seguir manteniendo los mismos beneficios que durante los últimos años, si bien censuran no haber tenido información precisa hasta ahora sobre el último balance económico.

Además, critican que se pretenda buscar ese equilibrio solo perjudicando a 17 trabajadores y sus familias y no buscando otras alternativas, a las que estaban abiertos a negociar. Aun así, recuerdan que este servicio municipal salió a licitación en su momento por un total de 22 millones de euros y que la nueva UTE lo ha asumido por 19 millones, con lo que el margen de beneficio es, incluso, mayor pasados ya unos años.

Más labor, menos empleo

Asimismo, critican que, en este tiempo, la dimensión del trabajo se ha amplificado por el crecimiento de las áreas verdes del municipio que ha asumido o promovido el ayuntamiento, con lo que se quejan de que, a más trabajo, menos personal. Una situación que, según advierten, puede afectar y perjudicar la prestación final y el mantenimiento y limpieza de los jardines y otros núcleos vegetales de la ciudad.

Frente a la postura de los empleados, la empresa decidió recientemente denunciar el convenio colectivo que expiraba a finales de 2010. Esta fue la decisión que disparó los rumores y los temores de los empleados, que, ante la situación de crisis, prefirieron no denunciar la conclusión del convenio y mantener las cosas sin cambios hasta que se abriera un nuevo proceso negociador. Eso sí, siempre y cuando no hubiera agresiones desde la otra parte, paso que, desde su óptica, se ha dado de forma claramente desmedida y de consecuencias imprevistas en la mañana de ayer.

El comité espera que las movilizaciones hagan recapacitar no solo a la UTE, sino al gobierno local, de forma que medie para evitar unos despidos que siempre han sido el punto de no retorno planteado por los empleados.