La promotora Tigot, propietaria de la obra de la calle Ramón y Cajal a la altura del número 22, puntualizó ayer a este periódico que la obra en cuestión "está parada, no abandonada". Explicaron que ayer mismo iniciaron las tareas de limpieza en el interior de la obra y que desconocían esta situación porque ningún comerciante o vecino se había puesto en contacto con ellos.

Añadieron que tienen todos los permisos en regla y que el andamio que forma el túnel en la acera no se ha retirado porque tienen que usarlo para colocar una carpintería de hierro para sujetar las persianas. Apostillaron que la empresa de cerrajería que iba a realizar este trabajo les daba largas y que, por ese motivo, no se habían reiniciado las obras.

No obstante, la promotora Tigot explicó que una nueva empresa iba a comenzar los trabajos en breve. "Somos una empresa pequeña, familiar", añadieron, para pedir a los comerciantes y vecinos que, si vuelven a detectar alguna irregularidad (suciedad o gente que entre en la obra), se pongan en contacto con ellos.

Además, agradeció a los comerciantes que avisaran a la Policía si observaban que alguna persona no autorizada entraba en la obra, ya que no era la primera vez que les robaban.

Sobre la seguridad del andamio explicaron que no existía ningún riesgo para los viandantes, ya que así lo había certificado un aparejador.

Los comerciantes de la zona comentaron a este periódico que la obra estaba parada desde hace cerca de un año. Durante este tiempo, el túnel que formaba en la acera el andamio se había convertido en un lugar en el que hacían sus necesidades los perros y, en el interior, se había acumulado la suciedad.

La promotora Tigot aseguró ayer que ya ha iniciado las labores de limpieza para solucionar y prevenir molestias a los comerciantes de los establecimientos aledaños.