Los padres, deportistas y técnicos del CD San Andrés y vecinos del mismo pueblo reclamaron ayer la urgente mejora del acceso al campo de fútbol del pueblo, una infraestructura que acoge a más de 200 deportistas y a otros 400 usuarios no ya solo del ámbito de este núcleo, sino de toda Anaga y del municipio de Santa Cruz, en general. Es por lo que ante la llegada del invierno temen que el agua vuelva a romper el camino y que la escorrentía del barranco se convierta un auténtico peligro para las personas, como sucedió el año pasado, cuando se quedaron incomunicados por la lluvia.

Sobre ello, la junta directiva del equipo deportivo confiesa sentirse "engañada por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz, ya que el compromiso para trasladar en 2006 el campo de fútbol a la trasera del valle de Las Huertas desde la primera línea de playa se iba a hacer en condiciones y con todos los servicios cumplimentados, incluidos los accesos. Esa fecha de noviembre de 2006 quedó grabada entre los dirigentes, ya que cinco años después siguen teniendo "un acceso tercermundista" que tanto padres como deportivas y visitantes tienen que sufrir todos los días.

A eso se le suma el peligro de tener este acceso paralelo al barranco, una situación que el año pasado creó más de un problema debido a que se desbordó a la altura del paso de acceso hacia el campo, a la altura de los aparcamientos, lo que supuso que varias familias quedaran completamente aisladas.

En este sentido, el presidente y el vicepresidente del club, Domingo Brito y Tomás Armas, respectivamente, denunciaron "el peligro de no tener un acceso adecuado" para llegar al campo de fútbol, un recorrido que se hace verdaderamente tortuoso desde su intersección con la carretera de San Andrés hasta Las Teresitas, a la altura del Castillo.

Armas explicó que nadie nunca ha reconocido el sacrificio que hizo el club cuando dejó su antiguo campo de fútbol, que se situaba en el frente marítimo para ubicarse en el Valle de Las Huertas. "Dejamos de cobrar 24.000 euros al año en ingresos por publicidad, una mejor ubicación y ahora nos vemos implicados en un problema jurídico de consecuencias impredecibles. Mientras tanto, todos los componentes del club estamos sufriendo la falta de compromiso y promesas que constantemente vienen del ayuntamiento a través de sus políticos. Es impresentable y necesitamos que nos den una solución conjunta ya", explicó Armas. "Cada vez que llueve cruzan los dedos, ya que muchos niños vienen a entrenar o jugar a pie por este acceso y luego tienen que cruzar el paso del barranco para llegar al campo. No nos vale que estén haciendo la pasarela, que, por cierto, su construcción está parada".

Indicó que de nada ha servido la multitud de reuniones que han mantenido con los diferentes grupos políticos con representación en el Ayuntamiento capitalino o con el Consejo Insular de Aguas para trasladarles "el verdadero riesgo para las personas que existe. Y los padres preguntan quién sería responsable si hubiera una desgracia, que Dios no lo quiera".

"Pasaron las elecciones y en el mes de julio pedimos una reunión con el alcalde, José Manuel Bermúdez, y su equipo de gobierno: Julio Pérez, José Ángel Martín y Dámaso Arteaga, y le hicimos saber que, a pesar de que sea un problema heredado el de Las Huertas, tienen que poner soluciones sobre la mesa para arreglarlo. Y la solución que ellos proponen es mediar para arreglar el conflicto para permitir el acceso seguro al campo de fútbol", recordó.

Tomás enfatizó la idea de que se construya definitivamente el camino en buenas condiciones, aunque sea provisional, para evitar riesgos entre los deportistas, usuarios y vecinos que todos los días van al campo de fútbol, que se acondicione el acceso al campo y que "los jueces pasen un día por aquí para que nos tenga en cuenta y no se lesionen los intereses de nadie, porque no estamos ni en contra de los vecinos afectados por el asunto de Las Huertas ni contra el ayuntamiento o demás privados".