Vecinos del ámbito de la rotonda de La Salle y las calles Pepita Serrador, Góngora, Garcilaso de la Vega y Calderón de la Barca denunciaron ayer el estado en el que se encuentra las aceras de estos dos enclaves por las raíces de los árboles de la especie brachichiton rosado que las han destrozado. Este problema ha ocasionado muchos accidentes que han tenido como consecuencia que varios vecinos se hayan caído y se hayan hecho daño.

El último se produjo el pasado lunes en Calderón de la Barca, cuando una señora se cayó y se golpeó en la boca y extremidades por la inestabilidad de la acera. Fue por encima de la parada de guaguas, justamente donde las raíces de un árbol han levantado la acera del escaso metro y medio existente de paso entre la propia jardinera del árbol y el muro que limita el edificio América y la calle.

El árbol de la especie Brachichiton Rosado es originario de Australia y se le conoce por "árbol de fuego" por el llamativo colorido de sus flores. Presenta un tronco algo rugoso y puede alcanzar los veinte metros de alto. Es de raíces fuertes, lo que provoca roturas por no tener espacio por donde expandirse.

Mujer accidentada.- La mujer fue ayudada a levantarse por dos jóvenes y otra mujer que esperaban para coger la guagua y no quiso que se llamara a ninguna ambulancia a pesar de que en una de sus rodillas se le había producido una inflamación y en la otra se hizo sangre al igual que en la parte interna del labio. A pesar de la invitación de los acompañantes para que denunciara la caída al Ayuntamiento de Santa Cruz, la señora rehusó hacerlo.

Es por ello por lo que los vecinos piden "el traslado de todos estos árboles y el arreglo de las aceras afectadas para evitar más incidentes, ya que alguna vez lo vamos a tener que lamentar", advirtieron varios vecinos y usuarios de la parada de guaguas que se sumaron al auxilio de la vecina accidentada.

Un problema que se repite.- No es la primera vez que se producen incidentes en estas calles y por el mismo motivo, advirtieron algunas clientas de una frutería cercana. Explicaron que en Garcilaso de la Vega también es latente el problema, tal y como denunció un vecino del número 15 de la misma calle.

Una de ellas explicó que "el ayuntamiento ha parcheado algunas veces la acera, pero al final las raíces de este tipo de árbol vuelven a romperla sin contemplaciones. Deberían trasladar todos estos árboles porque cualquier día puede haber una desgracia".

Señaló que "el gran problema es que los afectados nunca denuncian. Si lo hicieran, al margen de que se llevarían un buen dinerito, el ayuntamiento se vería obligado a pensarse si siguen manteniendo allí los árboles. Los podrían trasladar a otro sitio del municipio".

La caída de la señora pone en evidencia "el peligro de caminar por esas calles". El estrechamiento de la acera y el estado en el que se encuentra el paso por el efecto de las raíces ha vuelto a renacer el malestar entre los vecinos del lugar, sobre todo los mayores o personas con movilidad reducida.

Políticos en la calle.- "Esto demuestra que ni los técnicos ni los políticos pisan la calle, nunca mejor dicho. Deberían bajarse del coche y pasear para que experimenten qué es lo que se siente ser una persona normal de a pie", señaló un usuario de la guagua que tiene su domicilio en la calle Garcilaso de la Vega.

Aseguró que "hace 4 o 5 meses tuve que recoger a un amigo mío que se había caído por la puñetera acera, pero no es el único. El lunes sucedió lo que vio. Solo tiene que esperar para que vea a quién le toca hoy". Otra señora confirmó que este punto se ha convertido en un problema, "ya que los carritos con niños pasan con dificultad y con el peligro de que caigan o rocen con los muros. Luego están las personas mayores que tenemos dificultad para caminar... Ya llegarán a viejos", dijo con bastante amargura.