La mayoría de los partidos en el Ayuntamiento de Santa Cruz apuestan por una reestructuración del consistorio que, entre otras medidas, aunque, sin duda, ésta es la estelar, incluya la unificación de los organismos autónomos de Fiestas, Cultura y Deportes. Entre esos partidos están los del gobierno (CC y PSC), si bien existe un matiz que, aunque el alcalde y el primer teniente de alcalde lo niegan públicamente, está dificultando en parte la integración de esos tres órganos en uno solo, con el supuesto y consiguiente ahorro económico. La clave radica en que CC también es una coalición y cuenta con un edil del Centro Canario Nacionalista (CCN), Fernando Ballesteros (Fiestas), partido que no quiere perder o debilitar su cuota de poder y el protagonismo que representa un área tan relevante en la ciudad, sobre todo por el Carnaval, y que afecta a un gran número de vecinos, agrupaciones y otras entidades.

En principio, el problema podría resolverse si esa unificación implicase mayor poder para el CCN, pero, debido a los difíciles equilibrios de un pacto como el firmado entre CC y PSC tras los comicios de mayo pasado, todo apunta a que el partido promovido por Ignacio González saldría perdiendo, y de ahí su temor, resquemor y rechazo a ese desenlace.

Según diversas fuentes del consistorio, ésa es la convicción en las filas del CCN, que ya ha dejado caer su recelo respecto a una unificación total si no se dan, al mismo tiempo, compensaciones a su formación suficientemente convincentes.

Tanto el alcalde, José Manuel Bermúdez (CC), como el primer teniente de alcalde, Julio Pérez (PSC), negaron el pasado viernes (incluso Pérez lo reiteró ayer tras la asamblea del PSC local) que esta situación esté dificultando el proceso de reestructuración del ayuntamiento. "No operamos así y tenemos una comisión de seguimiento del pacto", afirman.

Pérez, además, añadió ayer que, de existir esas presiones o ese planteamiento del CCN, el alcalde no se lo ha trasladado o, por lo menos, no se ha abordado en las reuniones en las que se han tratado las reformas organizativas.

Sin embargo, otras fuentes fidedignas dan una versión distinta y aseguran que, en las "tuberías" del acuerdo y del día a día del gobierno, este supuesto obstáculo sí está dificultando la intención inicial del gobierno.

De hecho, y en contra de la tesis oficial, el propio Julio Pérez, responsable del área de Planificación, indicó a principios de año a EL DÍA y ratificó ayer que la unificación comenzará con Cultura y Deportes, sin mencionar Fiestas ni las supuestas dificultades que responden a las siglas del CCN. Tanto Cultura como Deportes son organismos que gestionan ahora concejales socialistas, Clara Segura y Mónica Molina, respectivamente, con lo que la unificación en este caso resulta mucho más sencilla ya que, en principio, el propio PSC podría reequilibrar su cuota de poder como crea más conveniente desde el punto de vista partidista y, también, desde una visión global y en pro de la ciudad. Además, el propio Pérez resalta que se trata de entidades mucho más similares.

Lo más curioso de la situación es que, según recalcan las citadas fuentes y otras de diversos partidos, esta postura del CCN chirría un poco con el perfil personal de su concejal. De hecho, tanto en CC como en el PSC están muy satisfechos por su trabajo, su implicación en el proyecto común y sus cualidades personales, al tratarse de alguien cercano y muy dialogante, al que resulta un poco difícil relacionar con luchas internas e intestinas por cuotas de poder.

Por supuesto, Ballesteros siempre ha recalcado que se debe a la disciplina de su partido y se ha mostrado muy agradecido con su mentor, Ignacio González. No obstante, su perfil y trayectoria también ha chocado, para dichas fuentes y ciertos ediles, con la continua exigencia del CCN de que se destituya al edil de Urbanismo, el socialista José Ángel Martín, por la línea marcada hasta ahora en este ámbito, con decisiones como las de Las Teresitas, ciertas cuestiones del PGO, como el "fuera de ordenación, o el "Mamotreto".

En la oposición, el PP no ha parado de exigir con urgencia la unificación de los tres organismos y la desaparición de los tagorores para ahorrar dinero y hacer el ayuntamiento mucho más ágil y centrado en la dinamización de la ciudad. Respecto a lo primero, el resto de grupos opositores comparten en gran parte el diagnóstico y la solución, si bien son conscientes del obstáculo del CCN.