La Comisión de Negociación de María Jiménez, colectivo dedicado a defender los intereses generales de los vecinos del populoso pueblo costero, denunció ayer la colocación de las barandillas que el Ayuntamiento de Santa Cruz ha colocado en el tramo bajo del barranco de El Bufadero paralelo a la calle que da el nombre al enclave, unas protecciones que bajo su punto de vista no cumplen con la legalidad vigente.

En este sentido, la comisión no comprende cómo los técnicos del área de Obras y Servicios de la Corporación local no han caído en que las barandas no se adaptan a la legalidad y sólo se han dedicado a sustituir las antiguas por otras nuevas que son completamente iguales y que entraña los mismos riesgos que las originales.

El presidente del movimiento vecinal, Rafael González, explicó al respecto que "el vecino de María Jiménez siempre ha girado en torno a la importancia del barranco y siempre hemos defendido su seguridad en todos los aspectos porque somos los que vivimos aquí".

Recordó que el pueblo ya ha sufrido bastante por el barranco, siendo los últimos episodios los vividos el 31 de marzo de 2002 con la conocida como "Riada", y el sufrido en febrero de 2010, por las escorrentías que vivió el barrio y produjo muchísimas incidencias.

Es por ello por lo que González pidió al ayuntamiento la colocación de barandas que protejan a los peatones sin van por la acera del barranco "por no cumplir las medidas mínimas de seguridad contempladas en la Orden 561/2010 de 1 de febrero (BOE nº61 del 11-03-2010). Y es que las normas y reglamentaciones están para cumplirlas", dijo.

Esa Orden 561/2010 señala al respecto a las barandillas situadas en los espacios públicos destinados al tránsito peatonal en su artículo 30.B, que "no serán escalables, por lo que no dispondrán de puntos de apoyo entre los 0,20 metros y 0,70 metros de altura" y en su punto 30.C dice que "las aperturas y espacios libres entre elementos verticales no pueden superar los 10 centímetros".

Estas medidas son consideradas por Rafael González como "esenciales" para garantizar la seguridad de las personas "que no se puede conseguir con las actuales barreras que se han sustituido hace unas semanas". Criticó que "no ha cambiado nada y los niños pueden hacer escala por las barandillas o se pueden escurrir por ellas y caerse al fondo del barranco. Luego está la carencia de protecciones laterales que en caso de escorrentías de las laderas puede arrastrar a personas al barranco", dijo para concluir.