El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha aprobado la firma de un convenio con la Fundación Canaria para el Reciclaje y el Desarrollo Sostenible con el fin de que la ciudad gestione de otra forma los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que los vecinos depositan dentro o junto a contenedores. De esta forma, y según resalta el concejal de Servicios, el nacionalista Dámaso Arteaga, no solo se contribuye más y mejor al reciclaje y al cuidado del medio ambiente, sino que el consistorio puede ahorrarse un dinero de la partida que destina a la Planta Insular de Residuos Sólidos (PIRS) por lo que, desde ahora, no se llevará a esta instalación de Arico.

Arteaga explica que será la empresa adjudicataria del servicio de recogida urbana de basura (Urbaser) la que se encargue desde ahora de esta actividad, que reducirá las tasas a pagar por el ayuntamiento por el uso del PIRS. El edil resalta la importancia de que estos residuos tengan un tratamiento adecuado y confía que el acuerdo lo permita.

El resto de partidos respaldan también el convenio y consideran acertado que se le dé un tratamiento específico a este tipo de residuos.

Además, y en la misma línea de sensibilidad hacia el medio ambiente y las áreas verdes,. la corporación local también ha apoyado una iniciativa de SSP para crear una red de huertos urbanos en el municipio, sobre todo pensando en personas jubiladas o en situación de desempleo. Aunque el gobierno matiza que ya existe uno de estos huertos en El Sobradillo, respalda la idea de la concejal Asunción Frías, si bien la ha complementado ampliando su radio de acción a los centros docentes locales, según propuesta de la edil de Educación, la socialista Mónica Molina.

La iniciativa apuesta por crear dicha red en terrenos de titularidad pública o privada.