La empresa mixta adjudicataria del servicio de agua en Santa Cruz (Emmasa) ha colocado un cartel de "se vende" en el edificio que ha acogido su fundación. Un inmueble que costó unos 5 millones d euros y que fue inaugurado el 1 de diciembre de 2010, con lo que apenas ha pasado poco más de un año para que la compañía se replantee la idoneidad de disponer y mantener estas dependencias.

El inmueble, ubicado en el número 10 de la calle Diego Crosa, por encima del puente Zurita, se encuentra totalmente cerrado. El cartel de "se vende" es claramente visible y el estado de algunas plantas indica que el cierre se produjo hace cierto tiempo.

EL DÍA intentó ayer, de forma reiterada pero sin éxito, contactar con el responsable de comunicación de la empresa. Aunque no han trascendido los motivos de esta decisión, todo apunta a que puede obedecer a la difícil situación económica por la que atraviesa Emmasa y su grupo propietario (Sacyr Vallehermoso).

Durante su apertura, los responsables de la compañía indicaron que esa sede y la fundación creada permitirían contribuir a la formación de sus empleados y de cualquier vecino que así lo pidiera.

También se apostaba por el desarrollo social y cultural de la ciudad mediante patrocinios, colaboraciones y apoyos económicos, organizativos y técnicos. La entidad se encargaría, asimismo, del diseño y ejecución de sus proyectos y programas sociales, culturales, educativos y deportivos.

El edificio consta de dos plantas y sótano, en las que se sitúan dos aulas formativas, despachos, archivos, una biblioteca y un pequeño laboratorio. Su rehabilitación supuso en su momento una considerable inversión de 5 millones de euros. Se utilizó un inmueble en estado de ruina, en el que vivían un grupo de okupas, lo que obligó a Emmasa a acudir a los tribunales para recuperar su propiedad.

Durante su inauguración, la entonces concejal de Urbanismo, Luz Reverón, y el edil de Fiestas y de Servicios Públicos, Norberto Plasencia, felicitaron a la empresa por la iniciativa, mientras que el consejero delegado de la compañía, Álvaro Aguirre, recalcó que el inmueble estaría a disposición del ayuntamiento y de todos los ciudadanos, aparte de anunciar que ya se estaban preparando unos primeros cursos en colaboración con la Universidad de La Laguna.

Si el cierre y la puesta en venta tiene que ver con la situación económica de Emmasa, se trataría de una de las principales medidas de peso para reducir un desequilibrio económico que, según el propio balance de la compañía a 31 de diciembre de 2010, era de 6,48 millones de euros por créditos a corto plazo otorgados por el grupo propietario.

Esa cifra supuso una reducción cercana a los 520.000 euros respecto a la misma fecha de 2009, cuando la deuda alcanzaba los 7 millones de euros. Sin embargo, el desajuste ya ha salido en varias reuniones del consejo en busca de soluciones a corto y medio plazo.

El citado grupo posee el 94,64% de la empresa y el resto corresponde al ayuntamiento, si bien el consistorio posee un considerable poder decisorio en determinadas cuestiones. Sacyr calcula la valorización o inversión de Emmasa en 25,38 millones, cantidad que suele multiplicarse por siete en caso de venta por los beneficios.