La Oficina Descentralizada del Ayuntamiento de Santa Cruz en Barranco Grande, en el Distrito Suroeste, lleva desde el martes sin suministro eléctrico por falta de pago, una circunstancia que ha generado bastante quejas y críticas de los ciudadanos y colectivos vecinales que han intentado formalizar algún trámite y no han podido debido a que las dependencias están inoperativas.

En este sentido, tanto vecinos como asociaciones de vecinos y personal adscrito al servicio mostraron ayer sus quejas a EL DÍA después de que a pesar de que se ha expuesto el problema a la Corporación no haya existido ninguna reacción inmediata para que se restablezca el suministro eléctrico y la oficina pueda desarrollar su trabajo como normalmente lo hacía.

La indignación se ha incrementado con el paso de los días después de que vecinos de todo tipo, algunos con discapacidad, en situación de exclusión social y de riesgo, hayan ido durante varios días seguidos a las dependencias descentralizadas de Barranco Grande teniendo siempre la misma respuesta y poniendo a los trabajadores en una situación límite ante los ciudadanos.

En este sentido, uno de los profesionales criticó duramente la posición del la Corporación local por que que no habilitara un número de teléfono o que se anunciara que "por motivos técnicos, como hemos informado aquí", el servicio se suspendía o se derivaba a otra oficina descentralizada para que los ciudadanos no perdieran "la cita que habían concretado para arreglar sus asuntos", explicó.

Por otra parte, el mismo informante aseguró que ya unos operarios iban a cortar el suministro la semana pasada, "cosa que no ocurrió finalmente gracias a nuestras propias gestiones". Se da la circunstancia, además, de que la gran mayoría de las consultas que se tramitan en esta Oficina Descentralizada de Barranco Grande se refieren al área de Asuntos Sociales, ya que hay que recordar que "el Distrito del Suroeste es uno de los cinco más castigados por el paro y con problemas sociales de todo tipo", advirtió.

En la misma línea se expresaron distintas asociaciones de vecinos, entre ellas la de El Sobradillo, El Molino y la FADOD, aunque fue el presidente de la AAVV Acorán, Javier Rivero, de El Rosarito, quien se mostró más rotundo en sus críticas y en este sentido dijo que "no se han buscado fórmulas para que las personas puedan solucionar sus problemas. Ni tan siquiera han informado a los trabajadores que no han tenido ninguna instrucción al respecto. Los vecinos están muy cabreados y no les falta razón. Es una verguenza".

El concejal de Participación Ciudadana y del Distrito del Suroeste, Hilario Rodríguez, reconoció el problema y señaló que "el mismo martes yo mismo informé a las áreas competentes y hoy (por ayer), nuevamente, se lo dije al alcalde José Manuel Bermúdez, que no tenía conocimiento y tomó cartas en el asunto (visiblemente enfadado según un testigo) y ya parece que se está arreglando un problema que no debió nunca surgir", manifestó con vehemencia.