El concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife Pedro Arcila (SSP) presenta en la mañana de hoy, y según confirmó ayer a EL DÍA, una denuncia ante la Fiscalía contra los Delitos Medioambientales por el vertido diario de 20.000 metros cúbicos de aguas fecales y de otro tipo en la capital que se pierden en el mar por la zona de la Hondura desde hace mucho tiempo.

El edil considera que se trata de un claro delito contra el medio ambiente y acusa al gobierno local y a la empresa responsable del servicio municipal de agua (Emmasa) de no hacer lo suficiente para solucionar esta situación de forma urgente. La compañía indicó ayer a EL DÍA que esperará a conocer con detalle la denuncia para mostrar su postura y parecer.

El edil alude al estudio de impacto ambiental elaborado por Teno Ingenieros que confirma ese vertido diario, que ha sido reconocido también por el propio concejal de Servicios en el ayuntamiento, el nacionalista Dámaso Arteaga. Dicho estudio fue solicitado por la viceconsejería regional de Medio Ambiente ante una situación que ha sido denunciada públicamente en diversas ocasiones y que representa que en torno al 70% del agua que utiliza la población captalina no pasa por el debido tratamiento.

Los anuncios dados por este edil gubernamental, en el sentido de que están haciendo todas las gestiones posibles para ampliar la depuradora y crear nuevos depósitos en Anaga o instalaciones en El Chorrillo y otras mejoras en el litoral, no convencen a Arcila, quien considera que el ayuntamiento y la empresa no se están tomando esta situación con la debida celeridad.

Por eso, y porque entiende como muy grave el vertido diario al océano de esa cantidad tan elevada, su grupo ha elaborado una denuncia que presentará hoy en fiscalía tras anunciarla o darla como muy posible desde hace tiempo en los medios y en diversos plenos.

El citado análisis señala también la necesidad de mejorar las instalaciones de depuración para evitar más daños a los ecosistemas costeros de la localidad. El estudio lo elaboró el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Diego Dobos y centra su atención en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) de Cabo Llanos, situada entre el Intercambiador y el Parque Marítimo. Esta estación debía bombear el agua a la depuradora de Buenos Aires, pero no lo hace y se vierte al mar a través del emisario submarino situado junto al muelle de la hondura, junto al Palmetum. Arteaga es consciente de esta situación e incluye en su proyecto solventarla.

En principio, este problema se da porque parte del agua que se iba a trasladar desde la estación de bombeo a la depuradora era para el riego de cultivos a través de Balten (Cabildo), pero se redujo la demanda. Además, la infraestructura de la depuradora es inadecuada para un tratamiento óptimo.

El ayuntamiento cuenta con una autorización de vertidos, desde el 28 de abril de 2007 y aprobada por la Dirección General de Calidad Ambiental del Gobierno, con el fin de que la estación de bombeo de Cabo Llanos vierta estas aguas al mar sin que se haya revocado. No obstante, el informe califica el vertido de "inadecuado" y propone diversas obras en la estación y en la depuradora para conectarlas, así como mejorar el emisario.