La presidenta de la Asociación por la Rehabilitación del Parque Cultural Viera y Clavijo, Ana Mendoza, se reunió el miércoles con el concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Dámaso Arteaga. Mendoza aseguró a este periódico que el concejal les había reconocido que "había ocho familias viviendo en el Viera y Clavijo".

Por su parte, el concejal detalló que habían "detectado personas en el entorno y los alrededores" del parque. "Pero desconozco la cantidad de personas", añadió.

En concreto, estas personas estarían en el edificio del antiguo colegio de La Asunción, que es Bien de Interés Cultural (BIC), en una tienda de campaña y unas casetas de obra abandonadas.

La empresa que realizó la obra del barranco de Santos dejó estas casetas "como parte de las mejoras que ofreció en el contrato". Sin embargo, estos contenedores están "en estado de abandono" y hay personas que se han metido dentro, reconoció Arteaga.

Por este motivo, el ayuntamiento ha decidido "cortarlos, porque están soldados" y retirarlos para "restaurarlos y ponerlos en valor y uso". "Vamos a hacer una actuación para intentar retirar los contenedores lo antes posible", aseguró el edil de Servicios Públicos.

A consecuencia de las informaciones publicadas en el periódico EL DÍA y en otros medios regionales, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha iniciado una serie de actuaciones en el entorno del parque Viera y Clavijo.

"Todos los días estamos haciendo una batida de limpieza en la parte alta y baja del parque". Como han detectado algunos problemas de "vandalismo", también se ha "reforzado el entorno del local donde ensaya la banda de música". Entre otras medidas, cambiarán las claraboyas existentes, que constantemente aparecían rotas, por otras "de acero".

También se va a reforzar "la iluminación entre Duggi y el Estadio" y se van a aumentar "los puntos de luz" para contribuir a la mejora de la situación de seguridad.

Además, ya han retirado el vallado para carteles publicitarios que existían en la verja del parque y también se va a "pintar alguna de las zonas". En concreto, "los muros de la zona de la Rambla".

La presidenta de la asociación Viera y Clavijo apuntó que la reunión con Dámaso había sido muy positiva, pero no obstante quiso expresar su negativa a que se mueva la escultura de Joan Miró, "Femme Bouteille", para restaurarla. Pide que se rehabilite, pero en el sitio, "lo mismo que se hace con el resto de esculturas".

Esta oposición está fundada en otros accidentes o robos que ya se han producido con otras esculturas. Como la del Chicharro, que trasladaron al depósito municipal, donde fue robada, y apareció en Valencia, pero fundida.