Vecinos y comerciantes de los ámbitos de 25 de Julio y la Rambla Santa Cruz advierten del rebrote de la mosca blanca en las principales zonas y espacios públicos con especies vegetales de la capital tinerfeña, con especial incidencia en los laureles de indias, una plaga parásita que hasta hace no mucho tiempo estaba bastante controlada por los servicios que presta el área de Parques y Jardines y que con el calor y la falta de lluvias parece que emerge con gran fuerza.

En este sentido, la llamada mosca blanca, cuyo nombre científico es el de Aleurodicus dispersus, es una plaga de origen caribeño que fue introducida en las Islas en la década de los 60, pero desde hace unos años se ha adueñado de las principales especies vegetales de los espacios públicos y cultivos de toda clase.

Esta especie de insectos afecta a la función clorofílica de las especies vegetales y en Santa Cruz se ceba principalmente con los los laureles de indias y arbustos como las chifleras y todo tipo de palmeras. En general, la mosca blanca invade el envés de las hojas con una especie de nube blanca que afea los árboles, palmeras y arbustos y segregan una sustancia pegajosa que ensucia las calles y el mobiliario urbano en general.

Nuevo rebrote.- Si bien es cierto que es muy difícil de erradicar, el hecho de que las Islas sufran un invierno muy caluroso y con pocas lluvias ha provocado que la mosca blanca emerja con mucha fuerza en los principales jardines y paseos de la capital, como pueden ser la Rambla Santa Cruz, 25 de Julio, Francisco La Roche, Benito Pérez Armas, Las Asuncionistas o la plaza del Príncipe, entre otras.

En el enclave de la rambla 25 de Julio, en su intersección con la de Santa Cruz, los vecinos y comerciantes de la zona temen que la mosca blanca "vuelva por sus fueros" e invada nuevamente las principales calles, ramblas, avenidas y plazas de Santa Cruz.

Rápida actuación.- Aun reconociendo que todavía no es un problema importantísimo, vecinos y comerciantes de la zona ya han detectado que la mosca blanca vuelve a coger fuerza, "por lo que no sería malo que el Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de Parques y Jardines, vuelva a poner en tratamiento los árboles con las cubas. Si no se hace, dentro de poco estaremos pisando calles pegajosas y sucias", explicó José Luis, un consultor de un gabinete del ámbito del quiosco Numancia.

Por otra parte, Carlos, un usuario de la rambla de Santa Cruz que tiene uno de sus hijos en uno de los centros educativos de la zona, asegura que a la altura del Hispano Inglés "ya se ven los efectos de la mosca blanca. No nos queda nada cuando empiece el verano porque el manto blanco de los bichos será espectacular", dijo con ironía.

Lo cierto es que los vecinos perciben el incremento de esta especie de insectos, por lo que piden al ayuntamiento actuar antes de que el problema vaya a más.