El plan de ajuste que quiere aplicar la empresa pública Transportes Interurbanos de Tenerife, S.A. (Titsa) este año, con el fin de ahorrar en torno a cinco millones de euros, incluye el despido de más de una treintena de trabajadores del servicio interurbano. Así se contempla en el documento que la compañía del Cabildo trasladó a los representantes de los empleados durante el pasado lunes.

Realmente, el plan proyecta el despido de algo más de medio centenar de trabajadores, pero se da la circunstancia de que 18 (podría ser alguno más) de ellos pueden ser reubicados y, consecuentemente, mantener su puesto de trabajo.

Estos datos no se han hecho oficiales formalmente aún, si bien las fuentes consultadas apuntaron los extremos expuestos, "lo que viene a confirmar aquello que ya se venía anunciando desde finales del año pasado".

El conflicto "parece estar servido", aseguraron las mismas fuentes, las cuales también advirtieron de que "queda pendiente lo que vaya a pasar en el servicio urbano de transporte en guaguas".

Además de los despidos, Titsa plantea la eliminación de algunas de las actuales líneas en servicio, entre las que se encuentra la 013, que desaparecerá completamente, mientras que la 014 y la 015 reducirían notablemente las frecuencias de paso con las que operan en la actualidad.

En octubre del año 2009 fue cuando el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Cabildo Insular firmaron el contrato-programa, que expiró a finales de 2011, para el desarrollo por parte de la compañía Titsa del servicio urbano en el municipio capitalino. De hecho, la Corporación municipal mantiene con la empresa una deuda superior a 12 millones de euros por la prestación de dicho servicio.

Con el proceso negociador para renovar el contrato-programa, la compañía trasladó al gobierno local, durante el último trimestre del ejercicio pasado, la pretensión de reducir el número de líneas actualmente operativas en la capital, así como eliminar servicios. Como consecuencia, se anunció que Titsa atendería la necesidad de proceder a la reducción de la plantilla. De hecho, aunque se negó posteriormente, no se descartó la aplicación de la figura del expediente de regulación de empleo.

Hace apenas un mes, los representantes sindicales fueron contundentes: "No transigiremos ni con que haya despidos ni con que se pretenda una disminución salarial", explicaba Intersindical.

En el mismo periodo, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias (FSC-CCOO) llegó a cifrar en 50 la cifra de empleados que pudieron quedarse sin trabajo en el área del servicio interurbano, pero en el caso del transporte urbano "el ayuntamiento ha dejado claro que no puede hacer frente al coste actual de los servicios".

Los más perjudicados

Respecto a los recortes en las líneas más deficitarias, el sindicato mostró su oposición recientemente a cualquier recorte porque se trata de las que atienden a los barrios periféricos y las zonas más alejadas. Por tanto, "precisan de un transporte que, si bien no resulta rentable a la administración, sí es imprescindible e insustituible para llevar y traer a su población".

"No sobran servicios, máxime cuando los que podrían quedar recortados son los más necesarios para personas de menos recursos, que son los que más necesitan del transporte público", incidía esta formación.

El plan de ajuste que está confeccionando Titsa persigue un ahorro de cinco millones de euros, de los que en torno a dos millones de euros se quieren detraer de los costes salariales.

El presupuesto de Transportes Interurbanos de Tenerife, S.A. para el ejercicio actual asciende a 99.001.206,47 euros, experimentando así un aumento del 3,9% respecto al año anterior y siendo una de las pocas empresas del Cabildo que se benefician de un incremento presupuestario.