Solamente una idea: que las obras de la iglesia de La Concepción avancen para poner bajo resguardo el archivo histórico que gestiona y el patrimonio del propio templo. Este es el objetivo que se ha marcado el párroco de la iglesia, Mauricio González, como parte de un plan concebido para proteger el archivo y el patrimonio y preservarlos ante los continuos retrasos constatados que tiene la infraestructura matriz de Santa Cruz, muy dañada por el paso del tiempo y por las continuas inundaciones que ha sufrido durante los últimos años.

En este sentido y para darle un empujón a una parte de las actuaciones a través de una separata de las obras, los últimos domingos de cada mes destinara la colecta y las donaciones de sus feligreses para el desarrollo de las obras de las dependencias del inmueble que dan para la calle Bravo Murillo.

El responsable del templo aseguró ayer que "es un problema que las obras no se hayan terminado hace ya un tiempo", circunstancia que apunta a la desidia del Gobierno de Canarias para no asumir parte de sus compromisos, cosa muy distinta de la posición tomada por el Cabildo de Tenerife y el propio Ayuntamiento de Santa Cruz.

Señaló que en este sentido, "nos ha dolido un poco esa actitud por lo que hemos tomado la iniciativa de que sea la parroquia quien afronte una separata de las obras para habilitar la parte de atrás (el anexo que existe entre el barranco de Santos y la calle Bravo Murillo) con el objetivo de poner a salvo todo el archivo, que es parte importantísima de la isla de Tenerife, y el propio patrimonio de la iglesia de La Concepción".

En general, lamentó "la falta de sensibilidad existente con la historia de la ciudad" y señaló que "somos conscientes de los tiempos de crisis que se viven en la actualidad, pero espero que los feligreses nos ayuden".

Al respecto, reconoció que "me da hasta vergüenza pedir en la situación que se vive, pero es urgente y necesario poder afronter estas obras para salvaguardar parte del conocimiento histórico de Tenerife".

Aseguró que el importe de las obras presupuestadas se eleva a los 173.811 euros, al que se tendría que sumar una destacada cantidad para los permisos pertinentes. "Todo ello ha hecho que destinemos las donaciones, ayudas y colectas de los últimos domingos de cada mes para poner a salvo el archivo y el propio patrimonio en las dependencias que se hacen detrás", indicó el párroco para concluir.