Con un sol digno de la ocasión, con algunos resacados del Baile de Magos y de celebraciones más blancas (dadas algunas camisas con escudo madridista), el parque García Sanabria y la rambla que lo acompaña en su parte superior vivieron en la mañana y tarde de ayer una nueva edición del Día de las Cruces que, entre las 31 del concurso y el resto de centros docentes, entidades privadas, organismos locales y distritos, dejaron múltiples muestras de orginalidad, trabajo elaborado y apuesta por lo clásico y tradicional.

Como suele ser habitual, el alcalde, José Manuel Bermúdez, junto al primer teniente de alcalde, Julio Pérez, y otros ediles de la corporación hicieron su particular paseo por este itinerario sobre el mediodía, concluyendo su visita en la cercana cruz de Los Lavaderos. El concejal de fiestas, fernando ballesteros, arropado en ese paseo por Ignacio González, se dirigió luego a cada uno de los barrios donde se exhibían el resto de las 31 del concurso hasta que, a media tarde, se supieron los nombres de las vencendoras y se les hizo entrega de los premios. La comitiva contó con la presencia de la reina de las fiestas y sus damas de honor, ataviadas con traje típico, así como con un grupo folclórico que acompañó el recorrido con diversas coplas.

El denominado paseo de las Tinajas mostraba ayer los trabajos de diversos centros docentes, tanto de Primaria como de Secundaria, entre los que destacaban los premiados por su originalidad en sus formas y materiales. Así, había cruces realizadas en material reciclado de botellas plásticas, yogures, tapas de botellines, refrescos, papel platina y otros. Las hubo en forma de maqueta de colegio (con calles y coches incluidos) y, en casi todas, una clara apuesta por el aprovechamiento de los recursos y el recurso de la imaginación.

Más adelante, las cruces de distritos, organismos municipales y entidades privadas también centraban la atención de los paseantes, destacando algunas muestras de originalidad dentro de la especialidad, tal fue el caso de una dulcería que, por supuesto, se atrevió con una cruz hecha de dulces.

En este caso, las hubo de diversas formas, grosores, combinación de colores y flores, si bien sobresalió una precisamente con coliflores como protagonistas.

La feria de artesanía, la exhibición de plantas y flores y el resto de la oferta de ocio infantil completaron una jornada en torno al parque que, ayer y para la mayoría, hizo que mereciera la pena "cruzar" Santa Cruz.