Para los que no tenemos una especial habilidad en las manos, ver cómo alguien crea con sus manos objetos es casi un milagro. Moldear el barro, tallar la madera o coser ricos bordados es una habilidad que pocos canarios tienen y que tiende a perderse.

En el Plan Insular de Artesanía, el Cabildo de Tenerife ya apuntaba que la edad media de los artesanos es 52,25 años, y que el 83,50% tienen más de 40 años. Pero además de la edad, en estos trabajadores manuales pesan el coste y la competencia desleal.

El coste porque su producto no es barato en estos tiempos de crisis, pero no puede ser más económico si se tiene en cuenta el tiempo que emplean los artesanos en hacerlo y el tiempo que han tardado en desarrollar esa pericia.

Ferias como la XXXVI Exposición Regional de Flores, Plantas y Artesanía Tradicional Canaria, que está abierta hasta hoy en el parque García Sanabria, recogen una pequeña muestra de lo que los canarios son capaces de hacer.

En este caso, además, se trata de artesanía tradicional, es decir, la que cuenta con una carga histórica en Canarias. Según la página web de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) de Gran Canaria, los oficios artesanos tradicionales son: calado, cantería, carpintería tradicional, cestería de caña, cestería de mimbre, cestería de pírgamo, constructor de instrumentos musicales, cuchillería, ebanistería, herrería y forja, hilados, hojalatería, jaulas, productor de objetos de junco, productor de objetos de palma, sombrerería, talla de madera, talla de piedra, tejidos, trajes tradicionales y zurrones.

Estos artesanos son una pieza clave para mantener las tradiciones canarias y perpetuarlas en el tiempo, pero se sienten con frecuencia infravalorados.

Exigencias

En un paseo por la feria, algunos artesanos se quejan de la alta exigencia de Cabildo y Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife hacia ellos. Para participar en ferias como ésta deben cumplir un pliego de condiciones, entre las que se encuentra cumplir el horario que les marca la organización, so pena de que les quiten el puesto. Además, si les han concedido el puesto como elaboradores de trajes típicos, por ejemplo, no pueden exponer y vender bordados también, aunque los realicen.

Para Efraín Medina, consejero de Artesanía del Cabildo de Tenerife, esa exigencia es la única forma de alcanzar la excelencia. Medina se mostró altamente satisfecho del resultado de la muestra y apuntó que la Institución insular ha invertido "más de 200.000 euros" en esta feria para que su aspecto sea homogéneo y ordenado.

Sin embargo, de lo que se quejan los artesanos es de que apenas tienen cabida en las tiendas que en Santa Cruz o en otros municipios venden supuestamente artesanía canaria. "Todo está hecho en China", aseguran.

Medina, no obstante, es tajante cuando dice que el Cabildo de Tenerife persigue este tipo de actividades. "El año pasado se sancionó a cerca de nueve establecimientos en Tenerife por vender como artesanía hecha en Canarias algo que no lo es", explicó a este periódico.

El consejero detalló que la institución insular lo que hace es denunciar al establecimiento al Gobierno de Canarias, que es quien tiene la potestad de sancionar, y que el Ejecutivo autonómico suele actuar con bastante celeridad en estos casos. "La multa es de hasta 6.000 euros", añade.

Sin embargo, también reconoce que el Cabildo no puede entrar en la venta de "souvenirs".

Medina se reafirma en ser estrictos con los artesanos a la hora de darles el carné que los avala como tal. Éste tiene que pasar un tribunal formado por cinco personas. "En la última convocatoria, de 200 personas que se presentaron sólo aprobaron 38", explicó.

Esto es porque mediante este tipo de exámenes tratan de mantner "la calidad". "Es necesario porque son las personas que tienen que salvaguardar nuestro patrimonio", apostilló.

En este sentido, detalló que se les exige que tengan un taller y una producción y que él es partidario de solicitarles "incluso un plan de viabilidad".

Medina no quiso dejar pasar la oportunidad de subrayar que Tenerife tiene unos excelentes artesanos. "Un zapato de Pisaverde fue finalista en el Premio Nacional de Artesanía", destacó.

Según los datos recogidos en el Plan Insular de Artesanía, hay 600 artesanos censados en Tenerife que se reparten en 77 oficios. Todos ellos hacen, con sus manos, que sus objetos sean únicos. Piezas que resumen mejor que cualquier texto la historia de Canarias.