La AAVV Acorán, del pueblo de El Rosarito, enclave compartido por Santa Cruz y La Laguna, denunció ayer el peligro de desprendimiento de un risco que se encuentra en la calle del Rosario tras la conclusión de las obras de urgencia de encauzamiento del barranco que se hicieron tras las inundaciones derivadas de la riada del 31 marzo de 2002. Según el colectivo y los residentes de la zona, existe peligro porque el risco se encuentra literalmente al aire.

En este sentido, el presidente del colectivo, Javier Rivero, destacó que "si bien la carretera ha quedado perfecta, la terminación de los exteriores no lo ha sido tanto, porque, como puede verse, al oradar la roca para hacer la plataforma de la carretera y encauzar el barranco dejaron en el aire un risco que se puede llegar a caer o puede suponer un auténtico peligro para los viandantes y el tráfico rodado".

Indicó que "las obras de encauzamiento del barranco que dieron lugar a esta carretera fueron muy buenas en general para el pueblo, pero este pequeño detalle no lo tuvieron en cuenta y los vecinos tienen realmente miedo de pasar por debajo de lo que se conoce en El Rosarito como la curva del Risco".

Esfuerzos.- "Desde el ayuntamiento de Santa Cruz y desde el Distrito Suroeste se han hecho grandes esfuerzos para que la zona quedara bien, incluso el distrito pagó de fondos propios en su momento parte de la acera de enfrente, pero se quedó a medias porque el dinero no dio para más. Es por ello por lo que la curva del Risco se convierte en paso obligado para los vecinos, tanto de la parte de Santa Cruz como los de La Laguna, porque a todos nos afecta por igual", añadió.

Uno de los residentes del barrio manifestó sentir miedo "cada día" que pasa por allí. "Me da un no sé qué. Se puede comprobar cómo está esto y creo que las administraciones, da igual que sea el ayuntamiento de Santa Cruz o el de La Laguna, incluso el Cabildo insular, deberían tomar cartas en el asunto antes de que tengamos un problema gordo. Que se evalúe en qué condiciones se encuentra el risco y que de una forma controlada se pueda quitar. Con ello acabaríamos con la amenaza diaria de que un día se caiga".

Otro de los vecinos confirmó el miedo existente y declaró abiertamente que "esta parte de la acera pertenece al municipio de La Laguna. Debería el ayuntamiento junto al Cabildo de Tenerife echarle un vistazo para comprobar en qué situación está y determinar si existe un riesgo real de desprendimiento sobre la acera de la calle del Rosario. Pero claro, si dicen que no existe, que nos lo den por escrito porque negro sobre blanco siempre queda. De esta forma todos asumirían sus responsabilidades", dijo.

Administraciones.- El presidente de la AAVV Acorán, Javier Rivero, señaló que "las administraciones se deberían poner de acuerdo para erradicar estos temores que tenemos los vecinos. Insisto en que estamos contentos, en general, por las actuaciones que se hicieron tras la riada y la nueva carretera que nos han dejado, pero no es normal que para hacer la carretera hagan un agujero en la roca y la dejen al aire, en vez de acondicionar toda la ladera de una vez, como se debería haber hecho".

"Esperemos que no suceda nada, pero lo que sí le digo es que sigue existiendo el miedo entre los vecinos de que algún día se venga abajo y pueda ocurrir alguna desgracia, ya sea para las personas o para las infraestructuras", advirtió el representante del movimiento vecinal del pueblo de El Rosarito.