Unas 250 personas, entre padres, alumnos y vecinos, se manifestaron ayer por las calles de Santa Cruz en contra del cierre de la Escuela Infantil de Miramar, un recurso que está implantado en el barrio desde 1975 y que trabaja bajo la tutela de la Obra Social de CajaCanarias-Banca Cívica con el objetivo de dar cobertura a los bebés y niños de familias con pocos recursos o desestructuradas a un precio muy, muy ajustado en casi todos los casos.

El hecho de que la entidad bancaria haya anunciado su cierre apostando por un cambio de gestión y que los 16 empleados formen una cooperativa ha soliviantado a los padres y vecinos del barrio y alrededores, que no entienden cómo se acaba con un recurso social que da amparo a 126 niños en la actualidad sin darles márgenes de actuación tras comunicarse el cierre el pasado 27 de abril por cuestiones de matrícula de cara al curso 2012-2013.

Es por ello por lo que ayer, unas 250 personas entre padres, familiares y asociaciones de vecinos se manifestaron por las calles de Santa Cruz con el objetivo de forzar el mantenimiento del servicio que beneficia a más de 100 familias que tienen a sus hijos allí. Una protesta que tiene como objetivo básico no ya "que la guardería quede abierta para nuestros hijos, sino que se mantenga sin cambios para futuras familias con hijos, en su mayoría con pocos recursos", explicó Emma, una de las madres.

Al grito de "no al cierre", "fraude es, la obra social", "vayan a la Caja y saquen su dinero", "esta escuela no se vende" o "beneficio, solo para ellos", los padres y sus hijos, los familiares y la AAVV Ramarim partieron desde la plaza Weyler sobre las 10:15 horas, por la calle Castillo, armando tan fuerte follón que despertaron la atención de trabajadores de todos los ámbitos, vecinos y visitantes.

Con sus gritos, pitos y pancartas llegaron a conseguir una serpiente multicolor que se coló por la calle Valentín Sanz hasta llegar a la sede de CajaCanarias-Banca Cívica, instalándose en las escaleras de acceso para mostrar su rechazo a las soluciones propuestas por la entidad financiera tras permitir el paso la Policía Local, que coordinó el transcurrir de la protesta en colaboración de la Policía Nacional.

El martes, una representación de los afectados se reunirá con el alcalde, José Manuel Bermúdez, para intentar buscar una solución.