El gobierno de Santa Cruz no ha parado de alardear en este mandato de su agilidad y avances respecto al barrio de San Andrés, sobre todo en lo relativo a reivindicaciones tan históricas como la escollera o la remodelación de la avenida. Frente a sempiternos retrasos anteriores, por variopintos motivos, el equipo gobernante siempre ha resaltado su reacción tras la subida del mar a finales de agosto pasado y cómo se han acelerado diversos proyectos desde entonces. Sin embargo, y pese a las reuniones mantenidas hasta ahora con los residentes y empresarios del lugar, el ritmo local sigue sin convencer del todo a los comerciantes y muchos vecinos, que muestran estos días su malestar e incertidumbre por el posible estancamiento de la reforma de la vía principal del enclave.

Las dudas y los temores son tales que las pymes y vecinos han logrado convocar una reunión durante la tarde de mañana con el gobierno local para que se aclaren los plazos y la situación real del citado proyecto.

El concejal de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga (CC), indicó ayer a EL DÍA que el ayuntamiento ya ha concluido la redacción del proyecto técnico, con las características que se les explicó a los vecinos en la última cita, y que lo ha remitido a Costas. Según subraya, es este organismo estatal, competente al situarse la vía en el espacio marítimo terrestre, el que debe respaldar lo planteado para poder adjudicar luego los trabajos.

Como ya hiciera en la última comisión de control al gobierno, Arteaga remarca la prioridad que el consistorio le ha dado a esta actuación. De hecho, ha garantizado que, de no lograrse apoyo exterior a estas obras, el consistorio recurrirá a fondos propios, incluso detrayéndolos de otras actuaciones, para costear la reforma de la avenida en los plazos que se fijen.

En principio y cumpliendo las peticiones vecinales, el proyecto contempla la colocación de un lineal de palmeras y aparcamientos junto al reformado dique anexo a la vía. La actuación ha sido redactada por el servicio técnico de Proyectos Urbanos, Infraestructuras y Obras y prevé también viales más anchos para facilitar el tránsito de los vehículos y guaguas.

En principio, las obras costarán 733.882 euros y el plazo de ejecución será de tres meses. El gobierno quiere desarrollarlas antes del verano, pero, para los comerciantes y vecinos, el tiempo ya apremia. La rambla central pasará de siete a nueve metros de ancho.