Iba a ser el museo del Carnaval, pero parece el museo de la burbuja inmobiliaria. Otro edificio municipal del barranco de Santos permanece cerrado y en estado de abandono. Los cristales del mismo no están rotos, pero uno de ellos muestra varias estalladuras que ponen de manifiesto que alguien ha intentado entrar en el local.

En el interior, pueden verse todo tipo de herramientas de construcción. Cascos, sacos de cemento, carretillas, palés con piedra y baldosa... incluso alguna chaqueta se ha quedado colgada, a la espera de que regresaran los obreros.

Este edificio está inacabado. Por suelo tiene solo una capa irregular de hormigón y sus paredes no están vestidas ni pintadas.

El concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Dámaso Arteaga, explicó ayer que el estado de este edificio "es correcto". "Puede tener alguna pintada, pero hemos limpiado el exterior, lo hemos estado visitando para preparar un proyecto", explicó ayer a este periódico.

El acceso por la parte baja del barranco a este edificio está cerrado con un portón difícil de franquear. Sin embargo, existe la posibilidad de acceder al mismo desde un camino de picón que parte desde un lateral del puente de Galcerán. Un recorrido plagado de excrementos de perro que, en zig-zag, termina por desembocar en el local que se dijo que iba a ser el museo del Carnaval.

En un recodo que forma el edificio hay un colchón, una silla, una botella de agua y cartones. También hay vidrios rotos. En una papelera cercana, que hace las veces de armario, se guarda ropa, un rollo de papel higiénico y unos calzoncillos.

Arteaga reconoció ayer que el problema de la obra del barranco de Santos es que no ha sido recepcionada en su totalidad. "Estamos en discusión y la recepción no ha quedado del todo definida", detalló, para justificar que no se hubiera ocupado el magnífico local de Diego Crosa, en el puente Zurita. "Eso ha dado pie para que no se haya ocupado durante todo este tiempo y al final haya sido objeto de vandalismo", añadió, en referencia a la noticia publicada ayer por EL DÍA.

Respecto a otro local, el que se encuentra cerca de Asuncionistas, explicó que ese sí se había puesto en marcha porque ese tramo de obra sí se había recepcionado.

Los responsables municipales de la anterior corporación inauguraron la obra en junio de 2010, pero Arteaga matizó que sólo se inauguró "el viario".

El concejal de Servicios Públicos quiso dejar claro que el Ayuntamiento no va a echar la culpa ni a Cabildo ni a Gobierno de Canarias, sino que van a sacar a los okupas del local de Diego Crosa y ya han encargado a una ferretería el cerramiento del perímetro para evitar que vuelvan a entrar en él.

Del mismo modo, ayer se procedió a iniciar el desmonte de los contenedores de obra que también habían ocupado diversas personas sin hogar en la trasera del Hotel Escuela.

Arteaga, sin embargo, no supo decir si se había buscado una alternativa para estas personas sin hogar. "Eso le corresponde a Servicios Sociales", dijo.

El concejal de Servicios Públicos se lamentó de lo que había ocurrido con el equipamiento de Diego Crosa. "Son situaciones que desde luego al ayuntamiento no le agradan y no le vamos a echar la culpa al Gobierno ni al Cabildo ni a nadie", manifestó.

El problema de fondo es que hace falta dinero para poner en marcha los edificios, y las administraciones públicas no disponen de recursos económicos para ello, apostilló.