El Salón de Plenos del Palacio Municipal acogió en la tarde-noche de ayer la entrega del título de Señor de Santa Cruz al Señor de las Tribulaciones, imagen que desde hace siglos es un símbolo de devoción, pasión, resistencia y esperanza de los habitantes de Santa Cruz y de muchos otros de Tenerife.

Durante el desarrollo de la sesión, en la que intervino también la Banda Municipal de Música, se sucedieron las referencias a diversos pasajes de la historia de la capital y su relación con la imagen, especialmente en el barrio de El Toscal.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, comenzó indicando que se le hacía entrega de este nombramiento al Señor de las Tribulaciones "en reconocimiento de una dilatada y honda tradición de devoción popular, cuyos orígenes datan de la última década del siglo XIX y que trasciende más allá de los propios límites de El Toscal y del aspecto meramente religioso".

Bermúdez recordó que, en 1893, cuando la epidemia de cólera se abrió paso y arrasó la ciudad, resurgieron muchas voces de plegaria, desde El Toscal, al Santísimo.