Los propietarios de viviendas incluidas en el catálogo de protección arquitectónica de Santa Cruz están de enhorabuena. Desde ahora, y a diferencia de lo que siempre les ha pasado, ya pueden solicitar licencias para reformas o mejoras para sus inmuebles sin que, necesariamente, tengan que ser obras mayores, algo que no le ocurría al resto de vecinos. El pleno municipal, a propuesta del PP y con el apoyo de los demás partidos, aprobó recientemente una moción del edil Carlos Garcinuño que elimina esa exigencia y que permite, además, que las obras menores en estos inmuebles tampoco necesiten proyectos visados por el Colegio de Arquitectos, otro de los requisitos que diferenciaban a estos dueños de los demás.

La iniciativa pretende agilizar y abaratar las actuaciones en estos edificios y casas catalogadas, aunque siempre con la máxima de su conservación al tratarse de inmuebles protegidos por sus valores arquitectónicos.

Desde ahora, se distinguirán las obras menores y mayores como ocurre en el resto de edificios y viviendas. Además, en el caso de las menores tampoco será necesario la dirección de los trabajos por parte de un aparejador o arquitecto técnico.

Para aplicar estos cambios, el pleno apoyó modificar las ordenanzas fiscales. En su propuesta, Garcinuño recalca que una obra mayor en la ciudad tiene una tasa mínima de 436,4 euros para un importe de hasta 30.000 euros de ejecución material, mientras que el mínimo de una obra menor es de 63,6 euros para un desembolso de 6.000, aplicándose en este caso otros tres tramos hasta alcanzar los 30.000.

Con la medida, estos costes que tenía antes el dueño de una casa catalogada se reducen, lo que puede animar a muchos a realizar mejoras que, siempre que cuenten con los permisos necesarios al tratarse de bienes protegidos, pueden mejorar su estado, la habitabilidad y condiciones de la vivienda y dinamizar un poco la economía en esta dura etapa de crisis.

El PP subraya que estos bienes que forman parte del patrimonio histórico y arquitectónico han de ser "conservados, mantenidos, restaurados y custodiados por sus propietarios para garantizar la conservación y protección de sus valores". Asimismo, insta a los ayuntamientos a actualizar con asiduidad sus catálogos de espacios o inmuebles de protección y los tipos de intervención en cada uno, atendiendo a si se trata de integral, ambiental o parcial.

La moción también pide que dichos catálogos fijen las actuaciones de conservación, restauración, consolidación, rehabilitación y remodelación. Recuerda que las obras y usos en los conjuntos históricos han de ser autorizadas por la Comisión Insular de Patrimonio Histórico hasta que no se aprueben los planes especiales de protección, tal y como ocurre, por ejemplo, en el barrio de El Toscal.

Sin embargo, consideraba injusto que, en Santa Cruz, se necesitase siempre una licencia de obra mayor con independencia de qué intervención se proponía, al contrario de las edificaciones no catalogadas. Por eso, y al tratarse de algo que solo dependía del ayuntamiento, Garcinuño planteó su moción y logró el apoyo unánime del resto de fuerzas.