El comité local del Centro Canario Nacionalista (CCN), siguiendo su plan de visitar los 81 barrios de Santa Cruz de Tenerife, se desplazó el pasado jueves al barrio de Roque Negro, que pertenece al distrito de Anaga. A la cita acudió el comité local junto con el concejal del distrito, Fernando Ballestero, y la asociación de vecinos Nube Gris. Los vecinos del barrio tienen que subir una pendiente de más de 400 metros con las compras y las bombonas para llegar a sus hogares. "Cuando llegamos, encontramos a una señora mayor que esperaba en la carretera a sus hijos para que la ayudaran a subir la compra", apunta Hortensia Navarro, presidenta del comité local.

Por ello, los vecinos demandaron al CCN la conclusión de una pista en el caserío de Perea para facilitar el paso hasta sus casas. Este camino está prácticamente terminado, pero aún no se puede hacer uso de él debido a que hay que ampliarlo en algunos tramos. "Muchos se referían a esta pista como el camino prometido", recalcó Navarro.

Lo mismo ocurre con un terreno que se ha cedido para hacer un campo de fútbol para los equipos del barrio. Los jóvenes de Roque Negro, según explicó Navarro, "tienen que ir hasta San Andrés a jugar cuando a este campo solo le falta quitarle la hierba y poner unas vallas que lo delimiten". A pesar de no disponer de unas instalaciones, los vecinos de Roque Negro "han arrasado" en los juegos municipales, consiguiendo los primeros premios, según indicó Hortensia Navarro a este periódico.

El comité del CCN también visitó a tres familias con personas mayores con alzheimer que necesitan de un cuidado constante. Una de ellas es Candelaria, que vive en Roque Negro con su hija. La joven reorganiza el salón todas las noches para colocar allí los colchones y poder dormir al lado de su madre. "Los vecinos demandan que se habilite la residencia que está cerrada, al menos como centro de día para mayores", apunta Navarro.

Otro de los problemas que dificultan el día a día de los vecinos de este caserío es el de la basura. "Tienen contenedores situados a medio kilómetro de sus viviendas y por eso piden algún tipo de bonificación", explica Navarro.

Esta organización también fue testigo de la situación excepcional en la que viven algunos habitantes de este caserío. En esta cita, se desplazaron hasta una de las cuevas que ha acondicionado un vecino para vivir en ella por falta de recursos. "Nos contó que hace por lo menos cinco años que no tiene luz", recalcó Navarro. Algunas familias se acercaron al comité para poner en su conocimiento la situación en la que se encuentran. El CCN les instó a ponerse en contacto con los asistentes sociales, pero ellos respondieron que "mientras la tierra les dé de comer, no será necesario".

A título personal, el CCN se comprometió con una de las vecinas que carece de una dentadura sana y no puede casi comer a ponerla en contacto con alguna empresa solidaria de la Isla para ayudarla.