La presidenta del Comité Local del Centro Canario Nacionalista (CCN), Hortensia Navarro, y otros miembros del Comité visitaron ayer al director y editor de EL DÍA, José Rodríguez Ramírez, para hablar de los progresos en las visitas que están realizando a los 81 barrios de Santa Cruz de Tenerife.

A esta cita acudieron también Lourdes y Lauren, afectados por la situación económica actual y que han solicitado ayuda al CCN durante las visitas a sus barrios. Lourdes vive en El Sobradillo y, durante la visita del Comité, esta vecina les contó su situación. "A Lourdes le llegó una carta de embargo de hacía dos años y la iban a desahuciar por una deuda de 600 euros", recalcó Navarro. Ésta aseguró que gracias a la actuación del CCN se ha parado el desahucio y esta vecina de El Sobradillo puede optar por una subvención o por pagar la deuda poco a poco.

Lauren vive en el barrio de La Salud y hacía cuatro años que no tenía agua corriente en su casa porque no disponía de medios para pagarla. "Gracias a Ignacio González y al partido puedo vivir dignamente", recalcó Lauren.

En este encuentro, los representantes del Comité Local también hablaron con el director y editor de EL DÍA sobre la visita que realizaron a Tíncer el jueves pasado. El Comité visitó a varias familias, una de ellas con niños pequeños a su cargo, que se encuentran en una difícil situación económica. "La verdad es que salimos de allí un poco tocados", confesó Hortensia Navarro.

Los vecinos demandaron la actuación de Urbanismo para poner en marcha una ordenanza que cite a los propietarios de los solares para que se limpien y se delimiten con muros. "Vimos cinco solares y todos eran auténticos focos de ratas y vertederos incontrolados que me recordaron al Lazareto de Santa Cruz", recalcó Jesús Alonso, de la Comisión de Fiestas de Tíncer y que acompañó al Comité durante su visita. Además, este barrio lleva esperando 30 años a que se asfalten las calles de San Martín y La Parra.

Otro de los problemas que pusieron de manifiesto los vecinos del barrio de Tíncer es el peligro de la zona de la piconera. "Es una antigua piconera donde han fallecido cuatro personas, según nos comentaron los vecinos", explicó Navarro. En ella, hay un muro que apenas llega a las rodillas y, al otro lado, hay una profundidad de al menos 80 metros. Cerca de allí, hay varias viviendas expropiadas que ahora están ocupadas de manera ilegal, añadió Navarro. "Las puertas están trabadas con sogas y los cables están colgando porque se hace un uso ilegal de la luz", dijo. Los vecinos de esta zona se han quejado al Ayuntamiento para que las derriben, pero les han comunicado "que no hay dinero para eso", según comentó Jesús Alonso.

En esta visita, faltó la presencia de la asociación de vecinos Cruz de Tíncer, que no fue convocada. "Me gustaría saber qué hemos hecho mal para que no nos avisaran. Me parece una falta de respeto que no nos llamaran para acudir al recorrido por nuestro barrio", recalcó el presidente de dicha asociación de vecinos.