Las asociaciones de vecinos que integran la federación del Distrito Suroeste de Santa Cruz (Fadod) ha reclamado la impugnación del decreto que modifica las condiciones de uso y cesión de locales e instalaciones municipales para la acción social, "dada su arbitrariedad en la modificación, sin contar en tiempo y forma con las asociaciones de vecinos".

Aseguran que "el contenido es ilegal e inaplicable en muchos de sus preceptos, al obligar o tratar de imponer normas de régimen interno de las entidades que son inherentes a su propio fuero". También señalan que "resulta arbitraria en la asignación, concesión y distribución de los locales en función de decisiones del propio órgano municipal y no deja apenas autonomía a los cedentes en su organización".

La Fadod pone de relieve que la nueva reglamentación utiliza condiciones de uso y venta de manera discriminatoria e ilegal sobre el ordenamiento jurídico y que "pretende obligar a un mantenimiento y reparaciones gratuito y forzoso de los entes sociales, a pesar de no ser titulares y a sabiendas de la limitación de sus recursos".

Políticos insolidarios

Por otra parte, la Fadod ha denunciado "la insolidaridad y descortesía de muchos mandatarios municipales", parámetros en los que sitúan al alcalde, José Manuel Bermúdez, así como a diferentes concejales de su grupo de gobierno.

En este sentido, los responsables de la Fadod señalan que dichos mandatarios, "lejos de acudir a las oficinas de los distritos o locales sociales de la zona, cada vez que se les requiere o insta algún asunto, se dedican a citarnos en las oficinas centrales, donde están sus respectivos despachos, al objeto de atender dichas demandas".

Al respecto, señalan que "ya estamos hartos de decirles que esta acción es de un acomodo sin precedentes y que a los representantes vecinales nos cuesta, además de los traslados y el gasto, un problema de aparcamientos y otros perjuicios que nadie nos revierten, porque no cobramos de esta actividad".

Al contrario, señalan que los responsables públicos "disponen de vehículos oficiales y mejores medios para acudir a atender las demandas vecinales y continúan con esa fea costumbre de citarnos siempre en el centro de la ciudad".

Los responsables del movimiento vecinal del Suroeste indican que esperan que "esta fea práctica se extinga y más con la que está cayendo a los más desfavorecidos y dejen de actuar caciquilmente, salvo en aquellas ocasiones que, por circunstancias entendibles, sea insalvable".