Detrás de la crítica y el humor que caracterizan a las murgas se "disfraza" la situación personal de cada componente, que no vive ajeno a la crisis económica. Según los datos recopilados entre directores y representantes de la mayoría de las 24 murgas adultas que participarán en la próxima edición, al menos cuatro de cada diez murgueros están en la lista del paro, una estadística que resulta muy optimistas para murgas como Guachipanduzy, donde de los 40 componentes, 34 no tienen trabajo.

La falta del sueldo se suma el paulatino recorte de la subvención en los últimos años. Hace dos ediciones fue de un 7 por ciento y el pasado febrero, de un 5, lo que ha hecho que las murgas ya no lleguen a cobrar los 8.000 euros de contrapartida económica.

Con este panorama, las directivas se han visto obligadas a buscar fórmulas para combinar crisis y Carnaval, un cóctel que ha obligado a bajar las cuotas en una edición -la de 2013- en la que las murgas incrementan su número de componentes, pese a la crisis.

El Ayuntamiento de Santa Cruz abona un máximo de 8.000 euros a cada murga, cantidad que reduce a la mitad en el caso de las murgas nuevas -Lenguatrapos, Desinquiet@s y Chinchosos-, o le quita un tercio, como hizo con Rebotados, por no llevar aún tres años. Este año, además, a la crisis y los recortes Fiestas suma un "retoque" de entre 100 y 200 euros en cada apartado económico para redistribuir la partida. Como se aumenta el número de murgas de 21 a 24, esta modalidad costeará ese sobreesfuerzo.

Casi todas las murgas ya han celebrado sus reuniones de planificación de cara al nuevo curso, iniciando ya los ensayos. En lo que a la cuestión económica se refiere, la mayoría ha recortado sus cuotas, aunque hay casos en los que es preciso sanear la maltrecha situación y resulta imposible bajar la cuota. Desde este año, quien lo desee podrá salir gratis, con Guachipanduzy, que suprimió la cuota, o llegar a pagar 160 euros, en Mamelucos, o 150 en Zeta-Zetas.

Hasta el año pasado, ser guachi costaba 60 euros. Además de ser la más barata, encima se llevaba a los componentes de fin de semana para hacer la presentación de su disfraz, renunciando a espectáculos para todos los públicos. Luis Mariano González, junto a su directiva, acordó eliminar las cuotas, y también la presentación en hotel. Ahora tal vez la harán en una chuletada u otra fiesta alternativa.

Las más caras

Mamelucos y Zeta-Zetas son las más caras y mantienen sus tarifa respecto a la última edición. En el particular del grupo que lidera David Padilla, han "inventado" una promoción por pronto pago. Aquel de sus componentes que abone la cuota antes del próximo 15 de septiembre se ahorrará 30 euros y pagará 120 en vez de 150.

Las murgas hacen gala de originalidad no solo en su repertorio y fantasía, sino también en fórmulas económicas para plantar cara a la crisis. Junto al caso de Zeta-Zetas, más agresiva es la campaña promocional de Trabas, una murga ascendente. Un componente debe pagar 100 euros de cuota, pero si ficha a un compañero pasa a pagar 60 euros y el recién incorporado abona 100.

Otro caso singular es el de La Traviata, que pasa de 140 euros a 120. Pero el recorte económico en total asciende a 80 euros, porque baja el mínimo de publicidad que le exigían vender a cada componente. Además, dará opción al componente a la hora de vender suéter o lotería. Destaca la iniciativa de organizar una "porra" de 100 números que, cuando se completa, se sortea en combinación con las dos últimas cifras de la ONCE. Toda la recaudación -100 euros- será para el componente, que podrá llevarse 30 euros, mientras que 70 euros restantes serán para pagar cuota o lotería.

Entre los grupos críticos que no bajan precios figuran Mamelucos, la más cara, con 160 euros de cuota; o Ni Pico-Ni Corto, que cobra 120 euros por componente más 90 euros en publicidad. La femenina Burlonas, que se estrenó el pasado febrero a las órdenes de Adela Peña, es la más cara de las chicas, con 120 euros, cantidad que no tiene previsto bajar. En sus filas saldrá Raquel García, la que fuera directora de Clónicas. Tampoco Jocikudos ha bajado los precios, aunque su tarifa es de 60 euros; claro que este año prevé llegar hasta los 75 componentes con la incorporación de Cascarrabias. Otra murga de cuota económica es Desbocados, que mantiene su tasa en 50 euros, a sus 60 integrantes.

Quién baja y cuánto

Entre las murgas que hacen un esfuerzo mayor para facilitar la participación de murgueros con dificultades económicas destacan Triqui-Traques, que pasan de 120 euros a 90. En la actualidad tienen 62 componentes. Marchilongas ya aplicó un recorte similar hace tres años, cuando pasó de 120 a 90. También Hechizadas rebaja su cuota, al pasar de 100 a 80 euros.

La murga mixta decana del Carnaval, Rebotados, con ediciones a sus espaldas, también baja sus precios, de 100 a 80 euros, un atractivo que ha hecho tal vez que pasen de 50 a 75 componentes. Entre sus incorporaciones, Yolanda Brito, exdirectora de Ni Muchas.

Entre las rebajas más importantes, destacan Los Que Son Son, que pasan de 140 euros a 100. La crisis económica también afecta al Norte, donde los ganadores de allí y segundos de Interpretación en Santa Cruz -y murga revelación 2012- pasan de 150 euros a 125. También ellos aumentan componentes, al pasar de 76 a 87.

Pero para murgas numerosas, Triquikonas y Bambones. Las de Almudena Domínguez han bajado de 120 euros a 110 su cuota. Pero lo más significativo es su número de integrantes: ¡115 chicas!

Bambones, de Primi Rodríguez, pasan de 91 a 102 integrantes, con la incorporación de antiguos. Eso sí, es la única murga del Carnaval que se permite el lujo de subir las cuotas. Pasarán de pagar 67 euros por componente a abonar 100. Resulta más llamativo el momento elegido para incrementar la cuota que la cuantía final, pues aunque fue la mejor en 2012, según el jurado, no será la más cara.