El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través de la Concejalía de Servicios Públicos que dirige el edil Dámaso Arteaga, ha iniciado una serie de actuaciones que impulsarán la mejora de los jardines y espacios públicos del parque Viera y Clavijo. Los trabajos, desarrollados por la compañía Dragados, comenzaron a ejecutarse el pasado jueves y se prolongarán hasta el próximo 10 de diciembre, en una primera fase, y hasta el 4 de enero en una segunda y definitiva.

Arteaga indicó que los operarios municipales ya han comenzado el proceso para instalar un parque infantil "que estará equipado con distintos módulos lúdicos y juegos destinados a los niños con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años". "El objetivo", prosiguió Arteaga, "es dinamizar este espacio de nuestra capital y hacerlo más atractivo para que puedan acudir al mismo las familias. Queremos que el parque Viera y Clavijo recupere el esplendor que tenía antes y que, ahora, muchos de los que jugaron allí siendo niños puedan llevar también a sus hijos y disfrutar de este rincón tan especial de Santa Cruz".

Para ello, se procederá también al asfaltado de una superficie anexa al mismo donde se ubicará, por un lado, un kiosco bar y, por otro, una zona dedicada a los mayores en la que se colocarán diversos aparatos de gimnasia biosaludable. Esta última área se complementará con otro espacio infantil reservado, en esta ocasión, para niños con edades comprendidas entre los 0 y los 6 años con juegos adaptados especialmente para ellos.

Durante estos días, los trabajos que realizan los operarios municipales consisten, fundamentalmente, en el desmonte del terreno por medios mecánicos y la excavación de distintas zanjas por las que discurrirán tanto las canalizaciones eléctricas como las de agua potable. Posteriormente, se procederá al relleno de las zanjas y a la colocación de una solera de hormigón que será asfaltada con una mezcla bituminosa del tipo V-a.

El parque Viera y Clavijo ha sido un espacio marcado por la polémica en los últimos años. Primero, por su cierre para acometer unas obras de reforma interminables que se difuminaron con la crisis y que han dejado "tocado" en el aspecto estético al que fue y aspira a volver a ser un precioso rincón de Santa Cruz.

Más tarde llegaría la cuestionada cesión por 25 años al Gobierno de Canarias para que pasara a propiedad municipal. A ello hay que unir el progresivo deterioro, que ha culminado con la presencia continua de "okupas" en las instalaciones, sobre todo en el teatro Pérez Minik, según han denunciado en varias ocasiones los vecinos del entorno.

Ahora parece que el Ayuntamiento de Santa Cruz está por fin decidido a "meterle mano", al menos en sus ámbitos de competencia, a un espacio, cuyo estado algunos sectores no han dudado en calificar de "vergonzoso".