La activista social Rosi Cubas lleva ya 16 días de huelga de hambre para reclamar una sanidad pública digna, y anuncia que "resistiré desde mi trinchera chicharrera, que es mi cama del hospital, hasta que logre un compromiso por escrito".

Tras un pequeño bache este martes, por un a bajada en los niveles de potasio, ya se muestra sorprendida por la "energía que me envuelve para seguir adelante".

Todo empezó tras su ingreso en Urgencias de La Candelaria, por una luxación de rodilla, "donde pretendían mandarme sobre la marcha para mi casa, sin ponerme ni una simple venda". Señaló que demandó a los médicos asistencia, "pero insistían en que se curaba con reposo y yo que me intervinieran, lo que generó un enfrentamiento que acabó con mi ubicación en un lugar que era tierra de nadie durante 8 días".

Luego fue trasladada al Hospital el Tórax, donde aún permanece, cuyo personal, afirma, "me hace sentir como quien sale del infierno y va al cielo". Asegura que no abandonará su posición "hasta que se depuren responsabilidades", por lo que reclama una selección del personal de las unidades especiales, y dijo que "si están quemados, que los cambien, porque los pacientes tenemos derecho a una sanidad pública de calidad".

Cubas comenta que en este medio mes "me han ofrecido, incluso, ir a centros privados o a una residencia para mayores, pero he ido superando a todos los emisarios que me pedían que me fuera y he animado al resto de pacientes para que reivindiquen sus derechos y una mejor atención".

Buena parte de la carrera profesional de Cubas ha sido, precisamente, en centros sanitarios de las Islas, por lo que señala que su reivindicación "obedece al trato que he sufrido y a la carencia de medios, pues espero que no vuelvan a meter a nadie más en un cuchitril, como hicieron conmigo, que me tuvieron castigada en el cuarto de los trastos".

Señaló que agradecía la llamada del alcalde, José Manuel Bermúdez, o la visita de Ignacio González y Sí se Puede, pero "echo en falta a todos los políticos, porque cualquier ciudadano merece que sus dirigentes se encarguen de ellos. Quiero que vengan todos para que me oigan". Así, dijo que la situación actual "nos compete a todos" y reclamó más asistencia para los mayores, porque "las próximas generaciones no nos van a perdonar lo que hemos permitido ahora".

Rosi Cubas

Activista Social de la capital tinerfeña