El director de la refinería de Cepsa en Santa Cruz, Salvador García, continúa con la reacción divulgativa e informativa de la compañía tras la denuncia de la Fiscalía provincial por un presunto delito medioambiental, así como por los rumores sobre un posible cierre. Tras pasar por otras emisoras o acudir después, el máximo responsable de la empresa en las Islas subrayó ayer en Radio El Día el arraigo histórico de la planta en la ciudad desde hace unos 80 años y la compatibilidad futura de ambas, con lo que volvió a descartar con contundencia cualquier bulo sobre un cierre.

En declaraciones a Pepe Moreno en el programa "El Día por delante", el director de Cepsa insistió en que se han producido o se siguen dando alarmas a la población en los medios sobre las emisiones de azufre y demás "que no tienen nada que ver con la realidad". En este sentido, recalcó la certeza que le dan sus propios estudios y volvió a relativizar la gravedad de las superaciones de dióxido de azufre, sobre todo porque solo se incumplió el máximo de 24 horas al año en 2011 en la estación de la piscina municipal, que, por su cercanía a la refinería y por las características micro (apantallamiento) y macro de su ubicación, considera que ofrece datos que no son muy fiables.

García señala que, en esa caseta de inmisión, influyen mucho los coches y los barcos, que presentan una concentración de los fuel oil cinco veces superior a los que se refina en su compañía.

El director dijo que son y se sienten "muy santacruceros, entre otras cosas porque Cepsa, como empresa, nació aquí. Además, fue la única refinería de España durante unos 20 años, sirvió de motor de innovación y tecnología y queremos seguir siéndolo". De ahí, según recalcó, el esfuerzo anual que hacen para mejorar (de 20 a 30 millones cada año).

Sobre una posible reubicación o traslado, recalcó que una refinería "es un proyecto de 8 a 10 años y, ahora, Europa no está para aumentar el mercado a escala local. Hay que ser muy competitivos", remarca, aparte de recordar que tiene la autorización ambiental más severa y exigente del país.

Sobre la parada, sigue dando como fecha probable de reactivación finales de octubre, aunque lo deja a expensas de si baja el barril de crudo. Eso sí, insistió en que, salvo el refinado, la compañía ha seguido con el resto de su actividad y con el mantenimiento.