Unas 2.000 personas participaron en la mañana de ayer en la XXXIV edición de la Fiesta de la Bicicleta. La caravana de ciclistas que cada año da un particular colorido a la ciudad partió desde la explanada de la estación marítima junto al túnel de la Vía Litoral rumbo a San Andrés, desde donde retornó al punto de partida.

Como es habitual, el pelotón pasó por los cruces con La Rambla y el barrio de la Alegría, la Escuela de Náutica y los barrios de Valleseco, María Jiménez y Cueva Bermeja antes de girar en la rotonda de acceso al pueblo marinero. Tras un breve reagrupamiento, los participantes recorrieron el mismo itinerario, pero en sentido inverso. La Autoridad Portuaria habilitó como ruta alternativa la vía del puerto.

La Fiesta de la Bicicleta se ha convertido ya en una tradición que convierte Santa Cruz en una ciudad diferente. Toda clase de diseños, desde los más profesionales a los auténticamente estrambóticos, así como una mezcla de esforzados de la ruta, individuales y familias enteras, se dieron cita para pasar una agradable mañana de domingos sin ningún afán competitivo.

Esta edición ha estado dedicada a los que han participado durante todos estos años, en especial a ''Don Oscar''" (apodo de Fred Mauro Negrín), que falleció recientemente y había tomado parte en las 33 ediciones anteriores.

La Fiesta de la Bicicleta comenzó su andadura en 1979 y desde entonces ha acudido fielmente todos los años, sin interrupción, a su cita con los amigos del pedal.

Miles de personas disfrutaron de un alegre paseo desde Santa Cruz hasta San Andrés, con la comodidad de hacerlo por una vía que siempre está reservada para los vehículos. Durante la ruta se vieron caras conocidas, como es habitual, pero esta vez debían quedar, como no podía ser de otra manera, en el anonimato de la "serpiente multicolor" de un deporte tan duro como solidario: el ciclismo.

La XXXIV Fiesta de la Bicicleta estuvo organizada por el Organismo Autónomo de Deportes (OAD) del Ayuntamiento de Santa Cruz, con el patrocinio de El Corte Inglés y la colaboración de Skoda, Coca Cola y Grupo .

Al final del recorrido se entregaron placas a la bici más antigua, a la bici más original, al participante más joven, al más veterano y al grupo de ciclistas más numerosos. Como es habitual, tanto el "camión escoba" como la "guagua escoba" cumplieron su papel de recoger a los participantes que sufrieron algún percance o que, simplemente, se agotaron antes de llegar, además, por supuesto, de a sus bicicletas.