El Rastro de la capital tinerfeña dejará de ocupar la calle Bravo Murillos y las adyacentes y se instalará en la plaza 1º de Mayo una vez que terminen los próximos carnavales, según confirmó ayer el concejal de Obras y Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, tras dar a conocer un principio de acuerdo con todos los agentes implicados.

"Se ha estado negociando con las Asociación de Comerciantes del Rastro y con representantes de los colectivos vecinales y empresariales -entre los que se haya la Federación de Comercio de Tenerife (Fedeco)- y están de acuerdo en el traslado a esta nueva zona, que está ubicada junto a la entrada principal del Mercado Nuestra Señora de África", detalló el edil, que asegura que, pese a que se trata de un espacio de dimensiones más pequeñas que el emplazamiento actual, "se ha medido y no hay problema en permitir 631 puestos de tres o cuatro metros cada uno", añadiendo que "los interesados tendrán un plazo de tres meses para solicitar la licencia correspondiente".

Respecto a la fecha del traslado, Arteaga explicó que ha sido propuesta por los propios comerciantes del Rastro, puesto que consideran que el momento más idóneo es aprovechar el parón que se produce siempre durante los dos fines de semanas del Carnaval y reanudar la activad en la nueva localización.

Entre las ventajas que el Ayuntamiento capitalino identifica en este nuevo emplazamiento destaca la reducción del volumen de ocupación del espacio.

"Actualmente había saturación, lo que no permitía atender convenientemente las incidencias que se podían presentar, por lo que ahora será mucho más seguro, tanto para los comerciantes como para el público en general, además de que jurídicamente también será mucho más seguro para los que tengan legalmente su puesto, entre otras cosas por que se actualizarán las licencias y se adaptarán a la ordenanza municipal", manifestó Arteaga, que en múltiples ocasiones ya había declarado que la intención del gobierno local era la de trasladar el Rastro a aquellos lugares que tengan escasa incidencia por la presencia de viviendas cercanas.

Ayer confirmó que las tres asociaciones de vecinos de la zona del mercado se han mostrado conformes con la propuesta y que confía en que la batalla judicial cese con esta solución.

En cualquier caso, Arteaga insistió en que su intención de desarrollar una normativa específica para regular el Rastro mediante el otorgamiento de licencias individuales.

"Queremos que la actividad de cada puesto del Rastro esté controlada, que se determine un nuevo horario y también que se controle el uso de altavoces y cualquier otro ruido que pueda ocasionar molestias a los vecinos de la zona", subrayó antes de anunciar que espera que todos los trámites para la concesión de las nuevas licencias se comience la próxima semana.