Los vecinos del barrio capitalino de Miramar, encabezados por la Asociación de Vecinos Ramarim, están molestos con su párroco y así se lo han comunicado ya al Obispado de Tenerife para que tome las medidas oportunas, puesto que su iglesia permanece cerrada todos los domingos porque el párroco es también capellán del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y ha de hacer guardia los sábados por la noche.

Según detallan los vecinos, los problemas empezaron hace algo más de un año.

"El propio párroco nos dijo que para él hacerse cargo de San Pío era un castigo y que no estaba a gusto", asegura el presidente de Ramarim, Guillermo Alonso, que afirma que lo que más lamenta es que no se cumpla con la misa de precepto de los domingos.

"El domingo es el día grande y más importante para cualquier cristiano practicante, pero aquí, resulta que la parroquia de San Juan de la Cruz permanece cerrada a cal y canto todo el día. Los que queremos ir a la misa, porque nos sentimos obligados por nuestras creencias y cumplir con la palabra dada a Dios, tenemos que ir hasta Santa Bárbara en Tío Pino, San Agustín en Ofra o a San Fernando Rey en García Escámez. Algo sin sentido cuando tenemos nuestra iglesia aquí mismo".

Además, Guillermo Alonso recuerda que muchos de los fieles son de avanzada edad, lo que les complica mucho cualquier traslado.

"Nosotros comprendemos que tiene otras obligaciones que ha de atender, en este caso en el hospital, pero eso no puede conllevar que nuestro templo esté cerrado y que no se cumpla con la misa de precepto de los domingos por lo que ya nos hemos puesto en contacto con el Obispado para ver qué solución puede haber", detalla Guillermo Alonso.

Por su parte, desde el Obispado, dos vicarios quisieron restar gravedad a la situación asegurando que "la obligación no es solo los domingos sino que puede cumplirse en cualquier momento a partir del sábado a mediodía".

No obstante, el vicario general Domingo Navarro se comprometió a estudiar el tema y, "si es necesario", buscar una solución, aunque advirtió que, a su juicio, "que esta iglesia no abra los domingos no es problema".

Los vecinos aseguran que ante el malestar que hay en el barrio, incluso varias autoridades se han ofrecido a mediar para tratar de buscar una solución satisfacctoria para todos.