La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ha acordonado la práctica totalidad de los bajos del bloque número 30 de Miramar, incluidas las plazas de aparcamiento, después de que se desprendieran pequeños fragmentos de la fachada, sin que llegaran a causar daños de ningún tipo.

Según detalló ayer el presidente de la asociación de vecinos Ramarim, Guillermo Alonso, la causa parece haber sido la fina y constante lluvia de los últimos días.

"Se trata de construcciones con más de 40 años de antigüedad que necesitan una rehabilitación y continuamente las cornisas y los remates están en riesgo de desprendimiento, sobre todo cuando llueve o hay viento. Ayer se cayeron algunos pequeños cascotes y se cerró, lo cual es lógico si se quiere evitar cualquier tipo de incidente", detalló Alonso, que aboga por que se quiten las piezas que se encuentren sueltas.

Esta situación se registra cuando aún no se han cumplido los dos meses del desplome del acceso al bloque 31 de dicha urbanización -que consta de 13 plantas y en el que viven unas 52 familias- debido a la fuertes lluvias que se registraron por entonces y que ha obligado al ayuntamiento a construir una pasarela provisional para permitir la salida y la entrada de los vecinos a sus casas.

Y un mes después de que la concejal de Viviendas Municipales, Ángel Mena, asegurara en la Comisión de Control del mes de diciembre que la rehabilitación "no tiene fecha alguna de comienzo ni será fijada hasta que el Ministerio de Fomento publique una orden en la que dé contenido legal al nuevo Plan de Vivienda".

No obstante, el concejal de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga, quitaba hierro ayer al asunto manifestando que "han caído mayoritariamente restos de pinturas y algún cascote", aunque reconocía que "se ha procedido a vallar la zona por seguridad".

"Se trata de una propiedad privada con cierta antigüedad que está pendiente de una actuación para su rehabilitación, pero mientras esa situación se aclara es la comunidad de vecinos la que debe proceder a reparar este tipo de cuestiones como sucedería con cualquier otro edificio", aclaró el edil que se comprometió a poner en conocimiento tanto de la comunidad como de Viviendas Municipales la situación para tratar de agilizar la búsqueda de una solución.