Expectación mediática máxima. Así puede resumirse la visita que ayer realizaron los príncipes de Asturias a Santa Cruz de Tenerife para la inauguración del que ya se ha convertido en el jardín botánico de la ciudad: el Palmétum.

Pese a que a la entrada de las instalaciones -ubicadas junto al Parque Marítimo- apenas había un centenar de personas esperándoles para darles la bienvenida, en el interior, don Felipe y doña Letizia fueron agasajados por cerca de 200 personas -entre autoridades e invitados- y todos sus pasos fueron seguidos de cerca por un enorme pelotón de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión no solo de la isla sino también llegados desde la península y de otros países como Alemania y Francia.

Acompañados por un guía que les explicó el proceso de transformación del antiguo vertedero hasta convertirse en jardín, los príncipes recorrieron el espacio natural durante cerca de 40 minutos.

La creación de lagos y cascadas, y sobre todo la variedad de especies de palmera que se ha conseguido reunir en esta zona fueron los aspectos que más sorprendieron y agradaron a los príncipes, que felicitaron en varias ocasiones a los responsables técnicos y políticos por haber hecho realidad este proyecto.

"Me alegra mucho que la princesa y yo podamos visitar hoy nuestras queridas Islas Canarias. Gracias por vuestra acogida, hospitalidad y por esta invitación que sentimos llena de cariño y a la que correspondemos con los mismos sentimientos de afecto al querido pueblo canario", comenzó diciendo en su discurso don Felipe tras terminar el paseo, para continuar destacando que "el Palmétum es un entorno extraordinario, ya que es un jardín botánico y parque público que aúna ciencia y medioambiente con sensibilidad social y gestión turística".

"Cuesta imaginar el aspecto tan distinto y degradado que tenía hace casi 25 años", admitió.

Don Felipe recordó que "la colección botánica que alberga el parque lo sitúa entre los más importantes de su clase y está a disposición de los ciudadanos y de cuantas personas se acerquen a visitarlo, tomando los valores que representa esta obra llena de vida y belleza y que la hecho florecer como un ejemplo para afrontar las dificultades que todavía frenan el desarrollo del bienestar de tantas personas en España y particularmente en Canarias. Estoy convencido de que esta tierra está llena de oportunidades y capacidades y voluntad en sus jóvenes. Por eso, con esfuerzo, inteligencia y, sobre todo, con la necesaria formación y preparación de esos jóvenes, tengo la confianza de que entre todos haremos realidad vuestras legítimas expectativas", continuó diciendo el príncipe ante el aplauso generalizado de los asistentes.

Previamente, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, había recordado que más de 2.000 especies vegetales diferentes, de las que 472 son palmeras, se erigen en un jardín botánico de 12.000 metros cuadrados que materializan "un milagro vegetal", pues este enorme palmeral florece en lo que hasta 30 años era el vertedero de basuras de la capital.

"Admirando esta maravilla parece increíble que esta montaña se encuentre compuesta de residuos arrojados durante décadas por miles de familias de la ciudad", reflexionó Bermúdez, antes de recordar que el "milagro" se hizo posible con fondos europeos y del Ayuntamiento y la implicación de ingenieros como Manuel Caballero, Carlo Morici, Juan Alfredo Amigó y José Luis Olsina.

Instantes después, el Ayuntamiento agasajó a los príncipes con un cóctel en el que estuvieron presentes las principales autoridades autonómicas, insulares y locales, así como representantes militares, eclesiásticos y empresariales.

Tras almorzar en Presidencia de Gobierno, se desplazaron hasta la ciudad de Las Palmas para inaugurar el Castillo de la Luz.