Felices, contentos incluso algún entusiasmado, así aseguran sentirse muchos de los vecinos del barrio de Cueva Bermeja después de que la señal de televisión haya vuelto tras cerca de un año de ausencia.

"No hay sido fácil pasar todo este tiempo sin televisión. El tiempo pasa muy lento y como encima nos ha tocado el invierno y el mal tiempo tampoco había demasiadas cosas que hacer", confiesa una vecina que sube la cuesta hasta su casa con cierta rapidez porque no quiere perderse el programa de la tarde de Televisión Española. "Lloro mucho", dice.

"Yo soy más de Sálvame y mi marido de las películas del oeste de la Autonómica", dice entre risas otra señora que la acompaña con las bolsas de la compra.

Y es que estas vecinas y el resto de los 400 vecinos restantes han estado más de nueve meses con sus televisiones en modo lluvia sin que se haya encontrado una explicación clara del motivo por el que de repente empezaron a quedarse sin señal.

"Se notaba que no había televisión porque había más gente en la plaza y por la calle que de costumbre", explica Juan, un vecino jubilado que asegura que no ha echado tanto de menos la televisión porque tenía la radio y la compañía de su mujer y sus nietos.

"Había una casa de la ladera que, así, algún día suelto cogía algún canal, pero el resto hemos estado con el televisor como si se tratara de un mueble de decoración más", explica la presidenta de la asociación de vecinos, Yoira Pérez, que admite estar "muy agradecida al ayuntamiento por haber buscado una solución cuando no le correspondía".

Los vecinos siempre han sospechado que la colocación de unas grúas de enormes dimensiones en el Dique del Este fue lo que les dejó sin señal.

Cansados de que nadie les hiciera caso y de que se desconociera el motivo acudieron al alcalde, José Manuel Bermúdez, para tratar de buscar una solución.

"Aún no sabemos cuál es el problema, pero la mediación del alcalde nos ha permitido que el Gobierno de Canarias, la empresa propietaria de las grúas y el propio ayuntamiento pongan los 30.000 euros necesarios para colocar un nuevo repetidor y desde hace algunos días la televisión se puede ver ya perfectamente", explica Yoira Pérez.

Y es que hasta alcanzar este acuerdo y hacerlo realidad se han tenido que celebrar docenas de reuniones.

"Ya está arreglado, con eso me quedo, aunque a algunas personas que viven del lado de la iglesia se les va algún canal, pero eso ha pasado siempre porque es una zona orientada al barranco", concluye la presidenta de la asociación de vecinos antes de asegurar que "la programación ha cambiado una barbaridad en este tiempo".

Sin embargo en el local que es el corazón del barrio, el bar Casa Grande, sus propietarios y los parroquianos se quejan de que allí Antena 3 casi no se coge.

"En ese canal dan mis series favoritas y no las puedo ver", explica la dueña, antes de que otro caballero asegure que "realmente la única cadena que se ve bien aquí es la Primera, de resto casi todos tienen problemas, pero ya estamos acostumbrados.