Las fiestas patronales de los diferentes barrios del Distrito de Anaga podrían no llegar a celebrarse si las asociaciones de vecinos no encuentran una fórmula para sufragar el coste que supone cumplir con los requisitos sobre ruido que impone la nueva la Ley Canaria de Actividades Clasificadas y Espectáculos Públicos.

En concreto, y según explican los líderes vecinales de Los Catalanes y Casas de la Cumbre, Fernando Siverio y Fulgencio Ramos respectivamente, la aplicación de esta nueva norma obliga a contratar los servicios de un ingeniero de sonido cada vez que se realice cualquier actividad que conlleve actuaciones en directo o la reproducción de música, lo que se traduce en un mínimo de 100 euros por cada visita.

"Cada año hay más impedimentos para celebrar estas fiestas que no son otras cosas que la reunión de los vecinos alrededor de su patrón. Ahora nos obligan a tener un proyecto y un estudio de sonido elaborado por un ingeniero que certifique que cumple con la legalidad cada día, es decir, que tiene que ir cada vez que haya un verbena para realizar las mediciones y para eso hay que pagarle 100 euros por cada desplazamiento", detalla Fernando Siverio, que se muestra "muy preocupado", puesto que en el caso de Los Catalanes faltan solo seis días para celebrar la fiesta de San José Obrero, su patrón.

"Si desde la asociación de vecinos hubiéramos sabido esto no nos hubiéramos metido a preparar nada. Se hubiera sacado al santo a la plaza y punto, que es menos follón para la comisión de fiestas, que ya no sabe ni qué hacer ni de dónde sacar el dinero para la verbena y la fiesta infantil que ya están preparadas", se lamenta Siverio.

Aunque las fiestas en honor de Nuestra Señora de Guadalupe de Casas de la Cumbre no son hasta septiembre, el máximo representante vecinal, Fulgencio Ramos, asegura que puede no haber ninguna celebración.

"Desde hace años las fiestas salen adelante yendo casa por casa con una hucha para recaudar fondos y pasando vergüenzas y ahora los complican todavía mucho más cuando se trata de una pequeña reunión de vecinos alrededor de su patrona".

No obstante, Fulgencio Ramos vaticina que habrá problemas en muchos caseríos, "entre otras cosas porque la mayoría desconoce esta nueva situación y no van a tener fondos para solucionarla, así que no es de extrañar que algunas fiestas se queden sin celebrarse".