Apesadumbrados y preocupados. Así se sienten los representantes de los trabajadores de la Refinería Tenerife de Cepsa después de que el proceso de negociación para concretar las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) ideado por la petrolera para toda España y que inicialmente iba a afectar a a 31 empleados de la planta tinerfeña haya fracasado debido a las discrepancias sindicales.

El periodo de diálogo entre los máximos dirigentes de la empresa en España y los representantes de los trabajadores de todas las plantas se cerró el pasado miércoles sin posibilidad de que se vuelva a abrir, después de que la mayoría de los sindicatos expresaran su negativa a firmar cualquier documento oficial que diera pie a la consolidación de un ERE "por muchas condiciones favorables que contenga".

"Desde USO lamentamos que hayan sido los propios sindicatos, con una amplia mayoría, los que hayan cerrado esa negociación cuando se estaban consiguiendo avances y sobre todo que ya no quede posibilidad de seguir negociando", afirma el presidente del comité de empresa de la Refinería, Benito López, que confirma que esta posición la respaldó CCOO e Igual Trabajo Igual Salario.

"Las conversaciones terminaron sin acuerdo en la negociación del plan social del ERE, que es la parte en la que se establecen las condiciones en las que se producen los despidos, así que ahora la empresa tomará la decisión que considere más oportuna y a los trabajadores solo nos queda estar a la espera a ver lo que pasa", detalla López.

Y es que una vez que se ha roto el diálogo sindical, Cepsa ahora puede aplicar el ERE tal y como lo planteó (320 trabajadores en toda España, de los que 31 corresponden a Tenerife) o introducir los cambios que considere oportunos.

No obstante, desde la compañía aseguran que ya han trasladado a las autoridades laborales y a los representantes de los trabajadores que no quiere llevar de forma unilateral los despidos productivos y que "se están buscando fórmulas legales que le permitan conseguir los objetivos organizativos que se planteaban con los despidos".

"Inicialmente el ERE se planteó como de adscripción voluntaria, lo que significaba que finalmente podrían ser menos los que se acogieran a esta posibilidad, así que ahora mismo está todo en el aire y hay que esperar", insiste el sindicalista tinerfeño, que, no obstante, recuerda que "la empresa continúa manteniendo que es necesario realizar ajustes como consecuencia de los cargos organizativos que ha realizado desde comienzos de año".