Felices e inmensamente agradecidos. Así se encuentran los padres de Joel, un niño de seis años que sufre parálisis cerebral, tras recopilar 32.000 kilos de tapones de plástico que servirán para sufragar el diagnóstico clínico del niño en un hospital navarro.

"Necesitábamos 9.000 euros y hemos conseguido 10.260 con los que poder trasladarnos con el niño a la clínica para que le hagan las pruebas necesarias y determinen el tratamiento más adecuado para la epilepsia y los trastornos respiratorios y digestivos que se le han presentado", confirmaba Juan Manuel Franquiz, el padre del pequeño que asegura que jamás pensó poder recopilar tantos tapones y en tan poco tiempo.

"Solo hemos tardado cuatro meses y medio en conseguirlo y para eso ha resultado fundamental la ayuda de miles de personas y, sobre todo de la Asociación Iraitza y de la murga infantil Friki-Wikis. La primera porque gracias a la campaña Engánchate al tapón solidario ha conseguido que lleguemos a muchos más sitios y los segundos porque los 40 niños que la componen nos han ayudado a revisar los cargamentos que nos llegaban para retirar todo lo que no eran tapones y nos han permitido almacenarlos en su local", explica Juan Manuel que, en el caso concreto de los murgueros, asegura que no les ha extrañado su entrega ya que "son de nuestro barrio. Son de Ofra y todo el mundo se ha volcado con nosotros".

Y es que el plástico de los tapones tiene un valor que cada vez más empresas están dispuestas a comprar, sobre todo porque es fácilmente reciclable. Así es como los padres de Joel han obtenido 5.760 euros, el resto se los ha aportado la Obra Social de La Caixa.

"Sé que muchas personas dudan de si lo de los taponcitos sirve para algo o no y es a ellos a los que le quiero decir que sirve y muchísimo. Una sola tapa que se tira a la basura es un desperdicio porque puede ayudar a muchas personas a conseguir algo que de otra manera sería imposible", explica el padre de Joel que no duda en reconocer que se conoce todos los colegios de Tenerife, puesto que es en donde más tapones ha recogido durante estos cuatro meses.

"En los colegios es donde funciona mejor la recogida porque los niños están más concienciados con el reciclaje y el medio ambiente. Creo que no hay ni una escuela por la que yo no haya pasado y en todas he conseguido tapones. Llegué incluso a ponerme en contacto con centros de La Palma, La Gomera y El Hierro y también con algunos ayuntamientos. El de Santa Cruz, por ejemplo, nos facilitó el transporte hasta la empresa Martínez Cano y se lo agradecemos infinitamente", continúa.

Y es que aunque la familia de Joel ya ha conseguido su propósito continúan recogiendo tapones. "Se puede ayudar a muchísima gente y no dejaremos de hacerlo, sean para Joel o para cualquier otro niño", sentencia Juan Manuel antes de recomendar a las personas que quieran más información sobre el funcionamiento de esta iniciativa que se pongan en contacto con la Asociación Iraitza o incluso con la empresa SEUR.