La aprobación del Mapa Estratégico de Ruido de la Aglomeración de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife ha sacado a luz que cerca del 20% del población capitalina (38.000 vecinos) convive con niveles por encima de los objetivos de calidad acústica establecidos por la ley.

En concreto, el tráfico se identifica como el foco de ruido principal, tras realizar diferente mediciones a cuatro metros de altura por todo el municipio, aunque queda pendiente de culminar el estudio del impacto que tienen las principales industrias.

Las calles de entrada y salida a la zona centro, principalmente las avenidas de La Constitución, Primo de Rivera, Francisco La Roche (Anaga), Reyes Católicos, Benito Pérez Armas, Tres de Mayo, Príncipes de España y la cartera Santa Cruz - La Laguna y la de El Rosario son las más afectadas, junto a los grandes ejes viarios, siendo estos las dos autopistas y la conexión con la autopista del sur por la Refinería.

En todas ellas se superan los niveles máximos durante prácticamente las 24 horas del día.

No obstante, dentro de la ciudad existen vías en los que también se superan los 65 decibelios durante el día y los 55 por la noche, como es el caso de las avenidas de La Salle, San Sebastián, Bélgica, Venezuela, Los Majuelos, Las Hespérides, la totalidad de las Ramblas y las calles Aurea Díaz Flores, José Víctor Domínguez y Santa María Soledad.

Las mediciones también incluyen la contaminación acústica que puede causar otros medios de transporte diferentes a los coches y guaguas, como el tranvía.

Respecto al ruido y las molestias que ello conlleva en lo que a la actividad industrial se refiere, el mapa no contempla el impacto de fábricas como la Refinería de Cepsa, la papelera, o la actividad portuaria, sobre todo en la parte que afecta a María Jiménez, si bien asegura que se ha detectado afección por ruido ambiental en el barrio de Cueva Bermeja, donde, por otra parte, el impacto del tráfico es mínimo.

Precisamente la concejal de Medio Ambiente y Participación Ciudadana, Yuri Mas, se refirió a esta cuestión en el pasado pleno anunciando que la intención del consistorio era realizar mediciones en todas esas zonas desde que fuera posible y recordando que el mapa "es documento abierto que puede modificarse en cualquier momento".

Mas también recalcó que "el mapa permitirá desarrollar un plan de acción que aporte soluciones para prevenir y reducir los niveles de ruido", al tiempo que insistió en que casi el 85% de la población está expuesta a niveles acústicos acordes con los objetivos de calidad que imponen la ley".