La orden judicial de desahucio de Carmen de la Cruz Valladares, de 75 años, que obligaba a su desalojo este lunes se ha aplazado unos días. Según confirmaban ayer desde el Instituto Municipal de Atención Social (IMAS), el retraso da el tiempo suficiente para que esta anciana, enferma y con una pensión de 415 euros, encuentre una casa en la que vivir. Ha sido el propio Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el que solicitó la paralización del lanzamiento, con el consentimiento de María del Carmen, que asegura "no entender de papeles".

La idea del IMAS, y así lo han informado al juzgado al que corresponde el desahucio, es buscar un alquiler que Carmen pueda pagar con su escasa pensión y ayudarla a través de una prestación económica de asistencia social (PEAS).

En concreto, el servicio municipal está en conversaciones con inmobiliarias y propietarios particulares para tratar de conseguir una casa para Carmen. Para ello se les explica a los arrendatarios que la beneficiaria contará con una ayuda al alquiler por un año y que incluso puede ampliarse a otro año, lo que garantiza el pago.

No obstante, si las conversaciones no fructificaran antes de que esta chicharrera tenga que dejar su vivienda, el IMAS asegura que "ya se han activado otros recursos", puesto que Carmen tiene tres hijos, asegurando que "pase lo que pase no se va a quedar a la calle".

"Dejé de pagar el alquiler hace tiempo. Debo 4.000 euros, las mensualidades son de 415 euros y yo cobro una pensión de eso mismo, de 415 euros. Si quería comer tenía que dejar de pagar la casa y es lo que hice", explicaba este viernes Carmen sentada en un lateral de la escalera de acceso al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a donde acudió acompañada de los miembros de la plataforma Stop Desahucios con la idea de buscar una solución con las concejalas de Viviendas y Servicios Sociales, Ángela Mena y Alicia Álvarez respectivamente.

Además, recordaba que la casa en la que ha vivido los últimos 25 años ya no es lo que era y le dificulta mucho la movilidad.

"Tengo muchos problemas de salud y los 21 escalones para llegar a mi casa son un sufrimiento. Llevo 16 operaciones, sobre todo en las piernas, pero también tengo diabetes, hipertensión y mal la vista", se lamentaba el viernes ante el ayuntamiento.