La sesión plenaria de ayer en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se inició con la modificación del presupuesto municipal para este año en 3,78 millones de euros para permitir la liquidación de numerosas deudas e incluso el pago de nóminas de los agentes de desarrollo local adscritos a la Sociedad de Desarrollo.

El grueso de las facturas pendientes las concentra la constructora Dragados, a la que el ayuntamiento abonará 1,38 millones de euros correspondientes a los trabajos que realizó con motivo del Plan Barrios entre 2002 y 2003 y los intereses de demora de las obras que ejecutó como consecuencia de la riada que la capital sufrió el 31 de marzo de 2002.

No obstante, el concejal de Hacienda, Alberto Bernabé, restó importancia a este cambio financiero asegurando que "no es ningún imprevisto y estaba contemplado desde hace tiempo en el presupuesto que esto se tendría que pagar".

"Estos pagos no afectan a la estabilidad del gasto, es más, de los 3,7 millones a abonar, 3,2 saldrán directamente del remanente de Tesorería, 73.000 de recursos propios y 510.000 del fondo de contingencia creado para imprevistos y que con este gasto se queda a la mitad", insistió.

No obstante, para los cuatro partidos de la oposición estas liquidaciones -que también incluyen la ejecución de sentencias judiciales o al pago de grúas, combustible y talleres a la espera de que se repita el concurso público-, lo que vienen a significar es "que este gobierno municipal gestiona pufos heredados", en palabras del concejal de Por Tenerife, José Manuel Corrrales, o que "los presupuestos iniciales son poco creíbles, sobre todos los de la Sociedad de Desarrollo", en palabras del portavoz del Partido Popular en materia económica, Alexis Oliva, que recordó que en lo que va de año ya ha solicitado ampliaciones de crédito por valor de 298.000 euros, pese a que su presupuesto es un 33% más alto que hace tres años.

Por su parte, Asunción Frías, de Sí se Puede, recordó que "hay tres partidas que están vinculadas a casos de corrupción en los que la justicia aún debe pronunciarse".