El Cabildo de Tenerife destinará 60.000 euros para dos proyectos de Cáritas en el barrio de Añaza en Santa Cruz de Tenerife que ayudan "a sentirse dignificados" a sus usuarios: uno para dar alternativas saludables de ocio a los jóvenes y otro para "apadrinar" familias en situación vulnerable.

El convenio para sufragar estos proyectos fue firmado hoy por el vicepresidente y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia del Cabildo tinerfeño, Aurelio Abreu, y el responsable de ambas iniciativas y párroco de Añaza, José Félix Hernández.

El proyecto "Apadrina una familia" cuenta con una subvención de 35.000 euros para su labor socioeducativa "no formal" y Aurelio Abreu dijo al respecto que sus objetivos "están en la agenda del Cabildo de Tenerife de mantener como prioridad" el seguir impulsado iniciativas que ayuden a mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos, y especialmente de los que se encuentran en desventaja social.

En este caso, unos veinte voluntarios se convierten en "padrinos" de familias del barrio de Añaza para ofrecer una atención socio educativa de carácter no formal a todos sus miembros, con actividades preventivas y de integración para el mantenimiento del hogar, la organización de la economía doméstica y el uso y disfrute del ocio y tiempo libre.

Su objetivo es capacitar a los componentes de la familia para que sean capaces de asumir el papel que les corresponde, con sus compromisos y sus responsabilidades.

El consejero insular recordó el éxito que este proyecto tuvo en 2012, cuando se trabajó con 30 familias "que consiguieron salir adelante".

En cuanto al proyecto "Centro Juvenil APJ, Añaza por sus jóvenes", cuenta con una subvención de 25.000 euros para la contratación de un animador sociocultural en jornada completa, acondicionamiento del local y distinto material.

En él se atiende a jóvenes de entre 15 y 30 años para, según dijo el párroco José Félix Hernández, ofrecerles alternativas de ocio y de educación no formal para apartarlos de la calle.

En el centro se ofrece una atención integral a los jóvenes, lo que les permite adquirir competencias personales y sociales que les van a ayudar a desenvolverse y les orientan en su proceso de inserción social, añadió.

Actualmente hay 24 usuarios en este proyecto "que nos están dejando sorprendidos por su actitud positiva y ganas de aprender", puntualizó José Félix Hernández, para quien "lo bueno de esta crisis es que ha demostrado que hay mucha gente con ganas de echar una mano" para ayudar.