"Confirmado: esta tarde, a última hora, hemos terminado de limpiar todo el solar y el espacio del recinto de la Batería de San Francisco, en la avenida de La Constitución esquina a la entrada al puerto de Santa Cruz". Este es un extracto del parte de la empresa Urbaser de la pasada semana que certificaba, en un tono entre orgulloso y de misión cumplida, el final de la tarea encargada por el Ayuntamiento de Santa Cruz para adecentar uno de sus espacios con mayor valor patrimonial, integrado en un sistema de fortificaciones clave para la defensa de la ciudad en los siglos XVII y XVIII.

Seis trabajadores -un capataz, cinco peones y un conductor- de la empresa concesionaria participaron en el zafarrancho de limpieza. Después de tres horas de intenso trabajo, recogieron residuos orgánicos, un colchón, sillones y maderas para un total de 520 kilogramos de basuras.

"Ya era hora, esto daba vergüenza y lo peor es que seguro que pronto va a estar igual", valora un habitual de "la avenida del colesterol", parte de la cual está situada en esta zona junto al Auditorio. Las malas hierbas y toda clase de residuos habían "entullado" con el tiempo este monumento histórico y patrimonial de la ciudad.

La reseña histórica de la Tertulia del 25 de Julio y en concreto de su presidente, José Manuel Ledesma, recuerda el origen de una fortaleza que los años y la desidia han dejado en el olvido: "La Batería de Regla, construida en 1656 con la finalidad de proteger la Caleta de Negros... (fue) reedificada en 1742 y se le cambió el nombre por el de San Francisco".

Después de años de abandono, de estar expuesta al saqueo de los sillares que forman sus muros y con su explanada convertida en basurero, la propuesta de la Tertulia pasa por colocar en el espacio de la Batería de San Francisco el Monumento a la Gesta del 25 de Julio junto a un itinerario peatonal para recorrer las ruinas.