La incredulidad inicial dio paso a la sorpresa de más de un vecino de Santa Cruz al comprobar durante el pasado fin de semana cómo los trabajadores de la empresa concesionaria de la limpieza en el municipio, Urbaser, lucían unos coquetos cascos de color azul -no podía ser otro- mientras desarrollaban su tarea diaria de recogida de los residuos en los diferentes barrios de la capital tinerfeña.

La razón de la medida es "garantizar la seguridad de los operarios que viajan en el pescante de los vehículos de carga trasera", apunta el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga.

Como responsable del área, Arteaga, junto a representantes de la compañía y el comité de empresa, a través de los delegados de prevención, establecieron un acuerdo a tres bandas para desarrollar esta iniciativa que comenzó a hacerse realidad el sábado y el domingo pasados.

"Todas las medidas de seguridad laboral, señaló Arteaga, son bienvenidas y esta garantiza minimizar los posibles daños causados por una hipotética caída desde el camión. Hay que tener en cuenta que ellos tienen que subir y bajarse prácticamente cuando el vehículo aún está en marcha y existe un posible riesgo que ahora resulta evidentemente menor".

El diseño elegido para el casco es moderno y "cómodo", apunta un trabajador. De color azul celeste, la parte derecha es lisa mientras en la izquierda aparecen dibujadas en blanco formas poligonales (pentágonos) de distintos tamaños. Un par de agujeros por aquello de la aerodinámica, al estilo de los ciclistas en las contrarreloj, completa las características de un objeto que los trabajadores han incorporado con naturalidad a su equipamiento habitual.

"Como pasa siempre en estos casos, apostillan fuentes de la compañía, hay gente más receptiva a las novedades y otros reticentes a ellas. Pero, en general, la aceptación por parte de la plantilla ha sido buena". Los "cascos azules" han llegado a Santa Cruz.