"No pedimos que sea a todas horas porque hay que respetar el descanso de la siesta o por la noche. Tampoco vemos bien los juegos con balón o las bicicletas, que molestan, pero nos parece que la normativa para el uso del patio interior es demasiado restrictiva. Los niños no pueden ni salir a jugar". Así se manifestaron ayer vecinos de las 179 viviendas de la parcela I-7 del barrio de Añaza.

"El patio de mi casa no es particular" podría ser el título para la visita de EL DÍA. Ayer, Iván, Eduardo o Cristóbal, padres y abuelos, se quejaban de falta de flexibilidad. "Creemos que dos horas al día, de seis a ocho de la tarde, los críos no molestan". Enfrente hay un parque, pero "no van ni los perros por el mal estado y la suciedad, además de que hay que cruzar la carretera. Nos dicen que llevemos allí a nuestros hijos, pero yo pregunto: ¿usted lo haría?".

Los residentes pagan mensualmente "tanto renta social como digamos normalizada y más de 70 euros de comunidad en este último caso", afirman quienes forman parte de ambas clases de inquilino. Otra queja son "las amenazas constantes de que si no cumplimos no nos renovarán el contrato o perderemos nuestras viviendas. Eso no es de recibo".

"Hemos llamado a Madrid -apuntan- donde está la central de la empresa administradora y nos dicen que los niños pueden salir al patio, pero luego aquí ya es otra cosa. Los conserjes, que cumplen con su trabajo, hacen un parte y lo entregan en la oficina. Nos han dicho que si los acumulamos nos vamos a la calle".

Concluyeron con una petición: "Deberían ocuparse menos del juego de los niños, ahora en verano porque en invierno no pueden, y más del mantenimiento porque hay barandillas que se están cayendo o basura entre los pisos. Y no ser tan represivos cuando la gente hace una fiesta. Además, el suelo es público aunque los edificios tengan una gestión privada. Hay una especie de limbo ahí".

Emmanuel es la empresa encargada de la administración. Un portavoz consultado por EL DÍA apeló desde Madrid "al diálogo, al respeto al otro y a la convivencia. Pero es falso que no se pueda salir al patio a jugar. Otra cosa es que la libertad de uno acabe donde empieza la de los demás".

"Yo he recibido llamadas y correos, continuó, en sentido totalmente contrario, con denuncias de jaleos hasta las tantas de la mañana o malas conductas en la convivencia diaria y hay que oír también a esos vecinos".

"Lo que hemos denegado es el permiso para instalar una piscina de plástico como pretendía alguna de stas personas. Y no se pueden permitir actos vandálicos. Estamos satisfechos del mantenimiento".

La normativa de régimen interno de la comunidad de los edificios I-7 e I-8, ambos ubicados en la calle La Coruja, es clara: "Quedan terminantemente prohibidos los juegos en el patio interior".

Desde la AV 8 de Marzo recuerdan: "Estas VPO las construyó Fadesa, que luego quebró y las cogió el Banco de Santander. Nosotros denunciamos que había más de 80 pisos vacíos y luego Viviendas Municipales abrió el proceso para los alquileres sociales".