Los vientos alisios y el mal estado de los árboles en el macizo de Anaga han despertado de nuevo el temor a los desprendimientos en Anaga y a quedarse aislados como consecuencia. Este miércoles, a las 16:5o horas se produjo un derrumbe en la carretera de El Bailadero (TF-12), en el punto kilométrico 13, antes del cruce de Chamorga, cuyos restos fueron retirados a las 17:15 horas por personal del servicio de mantenimiento de carreteras del Cabildo, según informó Fulgencio Ramos, presidente de la asociación de vecinos El Til, de Casas de la Cumbre.

El desprendimiento se produjo en la parte alta, en la zona de la Degollada de Aricor, que se encuentra más arriba de Taganana. Luego, la Unidad de Montes reguló el tráfico hasta la llegada de la Policía Local.

Para Ramos, muchos problemas de desprendimientos están provocados por las raíces de los árboles. "Hace años el talud se limpiaba y no pasaba nada", explica, para apostillar que ahora las raíces "hacen cuña, los alisios los mueven y levantan la tosca" provocando los desprendimientos. Algunos, de poca entidad, pero con el riesgo "de romper el coche", detalla. No obstante, Ramos alaba el trabajo del personal de mantenimiento de Carreteras, cuya rapidez y profesionalidad valora y agradece. El presidente de la asociación El Til asume y reconoce la lejanía y el riesgo de aislamiento de los núcleos poblaciones de Anaga. Por ello, reitera su petición de una oficina policial con documentación para que den traslado de la misma al consistorio y que los residentes en la zona eviten tener que coger "tres guaguas" para llegar a la sede del distrito de Anaga, que está en el barrio de San Andrés, previo paso por La Laguna.